Hace unos días alguien me dijo que no importan los sitios a los que vayas sino las personas con las que lo hagas. Es cierto, el mismo lugar es diferente dependiendo de quién te acompañe en ese momento. Las sensaciones no son las mismas, la mirada es diferente, la luz cambia y los recuerdos de entonces nada se parecen al instante del ahora.
Y no debemos de olvidar que todo vale, que todo cuenta y que todo enseña. Que la vida se construye en base a esos todos. En ocasiones echas de menos momentos, lo que no significa que desees tenerlos de nuevo. Sencillamente forman parte de ti, de tu historia, del camino.
Oigo voces en la calle a través de la ventana abierta, golpes y algún motor de coche. Son las 8:20 de la mañana y aunque este sábado de junio comenzó hace unas horas, bebido mi té y terminado mi pitillo; respiro hondo, sonrío y pienso en ese ahora. Mañana será otro día.