sábado, 23 de junio de 2018

MAÑANA SERÁ OTRO DÍA

Mi té, mi pitillo y el silencio de la mañana ya soleada me dicen que tengo frente a mí un nuevo día. Un sábado de junio en el que he amanecido muy temprano, dando vueltas en mi cama y pensando. Inquieta pero tranquila, con ilusión sin olvidar la calma, con ganas de escribir sin abandonar la cautela.

Hace unos días alguien me dijo que no importan los sitios a los que vayas sino las personas con las que lo hagas. Es cierto, el mismo lugar es diferente dependiendo de quién te acompañe en ese momento. Las sensaciones no son las mismas, la mirada es diferente, la luz cambia y los recuerdos de entonces nada se parecen al instante del ahora.

Y no debemos de olvidar que todo vale, que todo cuenta y que todo enseña. Que la vida se construye en base a esos todos. En ocasiones echas de menos momentos, lo que no significa que desees tenerlos de nuevo. Sencillamente forman parte de ti, de tu historia, del camino.

Oigo voces en la calle a través de la ventana abierta, golpes y algún motor de coche. Son las 8:20 de la mañana y aunque este sábado de junio comenzó hace unas horas, bebido mi té y terminado mi pitillo; respiro hondo, sonrío y pienso en ese ahora. Mañana será otro día.

domingo, 10 de junio de 2018

POCO A POCO

Mañana es 11 de junio y el Sr. Melgosa hubiera cumplido 82 años. Se quedó cerca. Estos días me he acordado especialmente de él, de lo que hubiera disfrutado viendo a Rajoy marcharse. He imaginado llegar a su casa y decirle sonriendo: “Papá, ¿qué te parece?”. He visto su expresión pícara y su gesto de alegría.

Dos meses ya, tiempo insuficiente para acostumbrarme a vivir sin él cerca. Hay días en los que me resulta muy complicado contener las lágrimas a cada instante. Cuando pienso en que “mi padre ha muerto”, no puedo frenar esa inmensa pena que siento.

Si, ya lo sé, poco a poco. Pero ese poco a veces se convierte en algo que pesa muchísimo y más cuando todavía no puedo hablar con él. Entonces me doy cuenta de todo el camino que resta hasta pasar el luto. Momento en el que ya lo habré aceptado y todo será más fácil, supongo.

Son tantas las cosas y los momentos que me llevan a él... Tanto compartido, peleado, discutido. Codo con codo, con cariño, con respeto, con amor.

Mañana mi padre habría cumplido 82 años, yo me tomaré un chato y brindaré “Melgosa, va por ti”.

LO MÁS LEÍDO