domingo, 26 de marzo de 2017

HISTORIAS DE AMOR

Acabo de encontrarme un sobre cuadrado, de los de antes. Está cerrado y hay algo escrito "Para ti". Claro lo leo y me dan ganas de abrirlo, es para mí.

Lo toco, lo palpo con la intención de intuir que es lo que hay dentro. Pienso que puede ser dinero, no muchos billetes ya que no abulta demasiado, pero lo mismo son de 500€!! Levanto el sobre y miro al trasluz, pero no se ve nada. Los sobres de antes eran consistentes y discretos.

Lo paso de una mano a otra mientras miro a mi alrededor. Supongo que espero ver a alguien a lo lejos que se acerca fatigado y mirando hacia al suelo de izquierda a derecha como buscando algo. Pero no aparece nadie y poco a poco voy metiendo el dedo por una de las esquinas. Así como el que no quiere las cosa.

Mientras pienso que no está bien abrirlo la curiosidad y el morbo van haciéndose fuertes. Y el dedo sin querer ha decidido rasgar definitivamente el papel. Miro dentro, no es dinero, vaya chasco. Hay tres hojas dobladas en cuatro; en los sobres de antes no había otra manera de meter las hojas. Las saco sin antes echar un último vistazo a mi alrededor. Deshaciendo el primer doblez ya puedo ver tinta de un bolígrafo. El segundo doblez y ...

Madrid, 17 de abril de 2016

Las historias de amor no deberian nunca de contarse, solo hay que vivirlas. Y hacerlo siempre con intensidad ya que cada día, cada minuto, es diferente al anterior y lo será al siguiente.

El amor tiene muchas formas, maneras de existir e incluso sobrevivir en ocasiones.

Seguramente ya hayas encontrado al amor de tu vida. Es posible que estés a su lado en este momento o quizá nunca más volviste a saber de él. No me equivocaré si te digo que te han roto el corazón más de una vez. Como tampoco lo haré si afirmo que en alguna ocasión has sido tú mismo quien lo ha hecho.

Sería capaz de afirmar que en este momento estás a punto de rendirte, de asumir y aceptar que ya es tarde. Que no volverás a amar ni a sentirte amado por nadie.

Quizá lo que estés pensando es que no sabes lo que sientes, que estás confuso y no entiendes como es posible poder amar a dos personas al mismo tiempo.

Es posible que mires a quién tienes a tu lado y sepas que has dejado de querer y te resignes y  te conformes con el cariño que dan los años.

También creo que sientes en ocasiones como tu corazón está a punto de estallar y te resistes a dejarle gritar y sentir porqué tienes miedo.

Tengo la certeza de que estás cansado, harto de esperar a que se produzca el milagro y la magia regrese.

Te miro y veo el brillo en tus ojos, la sonrisa apenas perceptible que produce esa persona que se ha cruzado en tu camino de aquella manera tan inesperada.

Este sobre efectivamente era para ti. Como lo es para cualquiera, por ese motivo te pido que busques un sobre; de los de antes. Y con cuatro dobleces metas estas tres hojas dentro. Déjalo en cualquier sitio y no olvides poner el destinatario.

Las historias de amor no deberían de contarse, yo lo he hecho. Tú vívelas.

domingo, 19 de marzo de 2017

OTRO AÑO MÁS, FOR YOU

 ¡Pues hace un día estupendo! Y como dice una canción, los problemas amargan. Por eso yo prefiero siempre hablar de pegas, que parece que no, pero no es lo mismo.

Hoy no le encuentro ninguna pega a la vida. Que no llego a fin de mes, aprendo a tener lo imprescindible. Que intentan minar mi ánimo, pues más fuerte me siento. Que me quieren, quiero; que no, pues me miro en el espejo y me guiño un ojo.

En un par de días el tío más importante de mi vida; que no el único, que yo también cuento, cumplirá ya trece castañas. No voy a contar como me tiene esa adolescencia, porqué entonces igual las pegas se transforman en problemas. La cuestión está en que como me siento madre e hija muchas veces y soy una tía empatica y paciente, pues lo llevo con cierto sosiego.

Me encanta como le está cambiando la voz y tengo curiosidad por saber cómo terminará la mutación. Grave, ya lo tengo claro que no será, yo creo que eso de la voz es genético también y sus genes en lo relativo a la voz, no son graves. Me gusta ver cómo tarda mucho más que yo en arreglarse; ¿eso también es genético? Lo entiendo entonces. Yo era la que tenía que estar esperando siempre.

Le miro y cuando le digo que le están saliendo granines, gira la cabeza y con gesto irónico me responde "¿será que estoy en la adolescencia?"

Me exhaspera el "voy", "qué si", "qué pesada", y el "espera" me termina de matar. Entonces cojo aire y doy un grito. "Jo mamá, ¿porque me gritas?". Por qué si no te maaaaato.

Así vamos, como un matrimonio a veces, como el perro y el gato otras, riéndonos mucho juntos las que más. Hablando de todo, compartiendo inquietudes, siendo madre e hijo y queriéndonos. Queriéndonos mucho.

Solo de esa manera él sigue aprendiendo a perdonar y entender lo que eso significa. Así me ayuda a creer que todo ha merecido y merece la pena. De esa manera siente lo bueno lo malo y lo ni una cosa ni otra. Aprende de manera espontánea a distinguir situaciones y poco a poco su manera de actuar y ponerse frente a todo es más madura y coherente.

Mi madre siempre me ha reprochado de alguna manera, que trato a mi hijo como si tuviera más edad. Es cierto, quizá por eso mi hijo es quién es en este momento y proyecta lo que proyecta. Quizá por eso mi hijo haya sufrido en silencio justo su luto por la separación de sus padres y poco más. Será el motivo por el cual sabe distinguir, apreciar, diferenciar, valorar...

Y trece años después sigo sintiéndome muy orgullosa de él y de mi. Habré hecho y haré cosas incorrectas, pero nunca me quedará un resquicio de vacío.

Continuó diciéndole que de lo que me siento y me sentiré más orgullosa de él es de que sea buena gente. Nos las llevamos dobladas, pero merece la pena siempre.

¡Hoy hace un dia estupendo! No le encuentro ninguna pega a la vida. Y en un par de días, Joël cumple 13 años. Sonrío. Esto se merece una cerveza. La vida se merece siempre una Mahou.

martes, 14 de marzo de 2017

VERDADES INNECESARIAS

En estos días y por circunstancias de esas que nunca vienen al caso, le estoy dando alguna vuelta a eso de la infidelidad. Este tema lo debato siempre con un buen amigo mío del que aprendo en esos cafés express que nos tomamos de vez en cuando.

Él prefiere hablar de lealtad. Será porque lleva muchos años siendo infiel. Como en todas las cosas esenciales de la vida, cada uno versionamos según nos beneficie. Es normal y absolutamente legítimo.

Mi amigo dice que el hecho de tener sexo con otra mujer es infidelidad pero no deslealtad. Él considera que en su caso lo es a su mujer, porque la quiere. Acostarse con otras entraña una necesidad no cubierta en su cotidianidad y no encuentra que se pueda asociar con traición. ¡Porque él quiere a su mujer!

A lo largo de estos últimos años he podido descubrir múltiples versiones sobre esto. Todas curiosas y algunas incomprensibles para mí ya que cuando en alguna ocasión yo pensé que mi pareja podría estar con otra persona, se lo pregunté abiertamente, queriendo saber la verdad aunque eso conllevara verme obligada a tomar decisiones. Son esas verdades innecesarias a los que algunas personas se aferran las que no llego a compartir, aunque logre entender.

Yo prefería saberlo, afrontarlo, entenderlo y encontrar una respuesta a ese porqué que resonaba en mi cabeza. "Esas cosas no se dicen", me comentaba una amiga hace un par de meses charlando con ella de este tema. ¿No se dicen? Se saben pero no hay que verbalizarlas. Claro, son verdades innecesarias. 

Esas que hacen que nunca recuperes la confianza en el otro, pero seguimos siendo felices. Esas que nunca podrán desaparecer de tu cabeza pero sonreímos cogidos de la mano como si hace un rato, cuando te he visto mirando el móvil no me hubiera dado un vuelco el corazón. Esas que se esconden en lo más hondo del cajón mientras piensas en alguien que no está en ese momento en la comida familiar. Esas son, que eso no es ser infiel, ojo. No, ¡en fin!

Y mientras pasan los días, los años, la vida... Pero mejor así. Tú lo sabes yo lo sé. Ejemplaridad y barra libre.

lunes, 6 de marzo de 2017

¿CÓMO PODER HACERLO?

Dicen algo así que cuando miras hacia atrás y aquello que te hizo daño ya no te hace llorar, significa que lo has superado. Esta tarde me he dado cuenta de que yo sigo sin hacerlo. Terminando de escribir algo he buscado mensajes guardados hace mucho tiempo. Y de pronto he leído cosas que había olvidado y entonces no podía dejar de llorar y como tantas veces me he preguntado: "¿Hasta cuando?". Y como siempre no he obtenido respuesta.

¿Cómo se cura un corazón roto? ¿Alguien me lo puede decir? ¿Se logra algún día? Ponemos parches, hacemos remiendos, caminamos hacia otro lado, escuchamos otras risas y miramos otros ojos. Pero siempre está ahí. Vuelve una y otra vez. Una y otra y otra.

No lo entiendo, en serio. Es posible que las cosas se idealicen, que nos empeñemos en conservar los buenos momentos, que nuestra memoria nos traicione siendo absolutamente selectiva. Es posible que no queramos aceptar el fracaso, que nos asuste no haber sido capaces, que nos de pavor el futuro. Quizá sea todo una mentira y la cuestión esté en no querer poner ese corazón de nuevo encima de la mesa subiendo la apuesta. Está roto, lo guardo y me rindo. Perdí la partida.

Pero después de dos años de ausencia sigo pensando que un día de estos sonorá mi teléfono y será él. Todavía sonrío cuando los recuerdos se agolpan en mi cabeza, pienso que todo es posible. Me pregunto si pensará en mí alguna vez, si habrá cosas, lugares que le recuerden a mí. Y por más que conozco, ninguno es como él. Por más que me esfuerzo, no lo consigo, nada me vale. Y vuelvo a él uno tras otro por más que me empeñe en dar oportunidades.

Solo espero poder un día mirar hacia atrás y tan solo sonreír. Paladear los recuerdos con cariño y que tan solo aquella frase ocupe lo cabeza y mi corazón "Y si un día nos recordamos, que sea con amor. Porque eso fue lo que tuvimos".



sábado, 4 de marzo de 2017

EL VALOR NO SE ARMA


Estoy leyendo el periódico, las cartas al director sobre las declaraciones del eurodiputado polaco (xenófobas y machistas) Parece ser que una eurodiputada socialista le contestó y la mujer que escribe la carta la anima a ella y otras a que se armen de valor y continúen plantando cara a tipos como este.

Voy...

¡Manda güevos! Parece ser que tenemos que armarnos de valor siempre los mismos, los que lo llevamos de serie, los que respetamos, los que compartimos, los que escuchamos y queremos entender a los demás. ¡Y las mujeres! Manda güevos de nuevo. ¿Cómo que ármate de valor?  Mecagoentó y eso que acabo de desayunar estupendamente. ¡Ya se me ha fruncido el ceño! Pero hasta cuando vamos a ser las propias mujeres las que les digamos a otras "ármate de valor"!

Podréis llamarme demagoga, pero el machismo lo seguimos abonando nosotras mismas. Supongo que habrá algún eurodiputado negro ¿no? ¿Le contestó a este impresentable? Yo no he leído nada al respecto. ¿Entonces? Mi abuela decía que no hay mejor desprecio que no hacer aprecio. Y la tía sabía un güevo de la vida.

Cuando esa buena mujer se levantó indignada a contestar al cafre de su compañero fue cuando cargó de importancia las declaraciones de la ignorancia. Los golpes de pecho no son curativos, pueden hasta resultar dañinos como te pases de intensidad.

¡Que no querid@s! Que avanzamos educando, no armándonos de valor ante lo que no es ni el enemigo. Menos indignación y más educación ( pedazo de eslogan me ha salido). Levántense ustedes a protestar por las leyes educativas, por la situación de muchos coles, por la imposibilidad de estudiar de chavales por falta de medios y ausencia de becas. Protesten por los programas en los cuales la música, el arte, la filosofía, cada vez están más ausentes. El valor se mama, se descubre en los libros, se respira cuando la cabeza está levantada. El valor es respeto, es confianza en uno mismo. El valor de mañana son nuestros hij@s.

No hagamos aprecio a algo que ni tan siquiera merece desprecio. El protagonismo hay que dárselo a lo que de verdad importa, ya sabéis.


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