domingo, 26 de febrero de 2017

¿HABLAMOS DE SEXO?

¿Qué tendrá el sexo que nos gusta tanto a todos? Bueno, a casi todos. Y es curioso que los hombres lo digan con alegría y las mujeres por lo general lo oculten con vergüenza. Quiero pensar que los tiempos han cambiado, pero al menos yo en mi día a día no lo veo tan claro.

Como casi siempre en estos temas, ellas se auto reprimen por aquello del qué dirán o que pensarán que soy si me expreso con libertad sobre esto. ¡Por eso me voy a hacer coach! Hay que distinguir entre intimidad  y hablar de sexo. Salvaguardar la intimidad no es solo no hablar de tu postura favorita en la cama. El pudor no debe de sentirse solo cuando comentas con alguien las veces que te gustaría echar un polvo a la semana. La vergüenza no debe de ser exclusiva del cuerpo.

Una de las cosas más curiosas que he descubierto en estos años es lo que le pone a un hombre que una mujer hable de sexo abiertamente. Estoy hablando de hombres a partir de 45 años más o menos. A los más jóvenes les pone que lo haga con ellos una mujer madura. Me refiero a hablar.

Estoy pensando en recoger firmas y enviarlas a alguna editorial de las que he mandado mi libro para que lo publique lo más pronto posible. El mundo lo necesita.

Es curioso, porque esto es como los programas de corazón, nadie los ve pero son líderes de audiencia. Y yo me pregunto, si es cierto que a los hombres les gusta que las mujeres hablemos abiertamente sobre el sexo, ¿porqué ellas no lo hacen pensando que pierden "valor" frente al hombre? Por algo debe de ser ¿no?

A mí llegados a este punto me da más vergüenza la mentira, la hipocresía, la falsa moral, la falta de autoestima, el maltrato a uno mismo negándose la realidad, la cobardía, la ausencia de empatía con los demás. Un largo etc de cosas que diariamente nos pasan desapercibidas, que asumimos como normales y aceptamos como destino.

Pues en mi línea de vida, de intentar siempre ser yo misma con todo lo bueno y menos bueno que eso conlleva, les digo a ustedes que la que escribe habla de sexo cuando le apetece hacerlo. De la misma manera que comenta un partido del Barça, comparte su opinión sobre el resultado de unas elecciones, lee poesía, ríe con sus amigos cuando alguno de los más desaprensivos le dice que necesita un polvo, regaña a su hijo, discute con su madre, se acuerda de todos los santos cuando se da un golpe en el dedo meñique del pie derecho con la pata de la mesa por no llevar zapatillas o piensa en hacerse coach porque este mundo necesita un cambio. Las mujeres necesitan un cambio y los hombres reinventarse.

Ahí queda eso. ¿Qué pensábais al leer el título? ¡Ayy mentes sucias que solo pensáis en verde! Jajajaja

miércoles, 22 de febrero de 2017

UN DÍA TONTO

¡Vaya día más tonto! Buen comienzo esta vez porque días tontos tenemos todos. De esos en los que no estás triste ni alegre pero necesitas un abrazo. No te duele nada en concreto pero te duele todo y necesitas un masaje. Te apetece chocolate pero te abres una cerveza. Chof, plug, buaj, ains, joo y un suspiro detrás de otro. Te dices a ti misma "venga, que no nos oye nadie, dime que te pasa". Y pones cara de ... de .... de si pero no y te respondes "si es que no me pasa nada". Pero sabes que no es verdad aunque te hagas la loca.

Y en esos días tontos en los que tu alter ego masculino se ha pirado sin permiso y te has quedado sola, no hay nada mejor que llegue alguien y te diga "tú lo que necesitas es un novio". Y entonces es cuando invocas al cariño que tienes a ese alguien, respiras y te ríes. Porque por muy moñas que yo esté o me sienta en uno de estos días tontos, un novio no es la solución que yo preciso. Si hablamos de hombres, que no lo es todo en la vida, aunque en los días tontos algo tienen que ver. Como digo, si hablamos de hombres, no necesito un novio. Necesitar, nada. Querer o desar, quizá. Un tío para empezar con dos cojones, que sepa lo que quiere y vaya a por ello. Que no le asuste ni mi capacidad intelectual ni torácica. Que no es esconda ante nadie y menos ante él. Que me coja de la cintura y me plante un buen besazo cuando me vea. Un tío que quiera vivir y no le asuste despertar mañana y encontrarse con lo desconocido. Que luche, que ría, que abrace y sienta sin miedo. ¡Ah! Que tome café. Y más cosas que censuro. En definitiva, que hoy tengo el día tonto y quizá, solo quizá debería de pensar que lo que necesito es un novio, todo sería más fácil pero entonces no sería yo. Y no estoy por la labor de pasar por ahí. Menos mal que ya volvió Manuel. ¿O en realidad es la coraza!?
Hoy tengo mis dudas : )

domingo, 19 de febrero de 2017

10 MANDAMIENTOS

Todo aquello que esté en mi mano y que desee hacer, lo haré.

No permitiré que nada ni nadie que no quiera en mi vida, me la amargue.

Bailaré en los semáforos mientras espero que el muñeco se ponga verde.

No me importará que se me rice el pelo si llueve mientras paseo.

Me dan igual las arrugas en la frente, los pómulos caídos y tener un hermoso culo. Todo es mío y me lo he currado con los años.

Me comeré cuando me apetezca un bocata de calamares sentada en un bordillo sola o acompañada.

No permitiré que nada borre la sonrisa de mi rostro.

Me seguiré tirando a la piscina cuando me apetezca nadar aunque no haya agua. Algo se me ocurrirá. Y si es llorar por la hostia, pues se llora y listo.

Me niego rotundamente a vivir sin ilusiones.

Me querré siempre, por encima de todo y al lado de muchos. Porque vivir no es solo un lujo, es una obligación.

Estos serán algunos de mis mandamientos y no sólo los recordaré cuando alguien cercano se vaya para siempre, sino todos los días. No hay nada "peor" que no sentirse vivo, en todos los sentidos y yo es que siempre he sido más de "mejor". Así que mejor sentir, vibrar, reír, besar, comer y beber, abrazar, cantar, gemir, gritar, ser todo lo malo que se pueda y todo lo bueno que se deba.

Os invito a seguir añadiendo cosas a la lista. Me he dejado muchas, lo sé. Así que, es vuestro turno. Y como dice la canción; nunca dejéis de soñar porque el día que lo hagáis, comenzaréis a morir. (Vaya frasecita! Jaja)

domingo, 12 de febrero de 2017

DÍAS DE AMOR Y LLUVIA

Hace unos días me preguntaban si me había enamorado muchas veces. Me quedé callada, pensando. Pensando en que era mejor esperar un par de segundos para contestar. Y lo hice:

   - No. Es más, tengo mis dudas de si lo he hecho alguna vez.

Mi interlocutor se quedó algo sorprendido aunque disimuló bien. Y continué:

   - Al igual que tengo mis dudas de que alguien se haya enamorado de mi alguna vez.

De manera automática abrió sus ojos y la sorpresa de antes no fue la de ahora.

   - ¿Cómo puedes decir eso? ¡Tú no lo sabes!
   - Lo sé, le contesté con sonrisa irónica.

¿Voy a escribir sobre el amor a unos pocos días del 14 de febrero? Estoy perdiendo mucho. Será la edad.

¡Ay, el amor! Que terrible mentira. Buf, no sé si seguir, no he empezado nada bien ¿no? Hace tanto tiempo que no le digo a nadie te quiero... El de amor, me refiero. Porque no es lo mismo un te quiero que un te quiero mucho. Ahhh!! El segundo se le puede decir a mucha gente. Hay cariño, afecto, complicidad. Nada que ver con el otro que va sin ese mucho. Dadle una vuelta, veréis como tengo razón. Estas cosas me llevan a mí tiempo de reflexión, no vayáis a pensar que me salen así, a lo loco. Son conclusiones a las que llego después de un concienzudo análisis de la realidad. Jajaja!! Pues no. Pero no ha quedado mal.

Aceptar que quizá nunca has estado enamorada, eso sí que es más complicado. Sobre todo porque llega un momento en el camino en el que ya ni sabes qué significa eso en realidad. No es lo mismo a los 20 que a los 30 o a los 40 o después de muchos años de convivencia o cuando te separas de alguien. 

No es lo mismo enamorarse y que se enamoren o que no lo hagan o no lo hagas tú. No es lo mismo creerlo y no estarlo que estarlo y no darte cuenta. Nada que ver tiene sentirlo y dejar que salga a tener las puertas abiertas y no exista tráfico ni de ida ni de vuelta.

Piensas que estás enamorado cuando miras a esa persona e imaginas estar a su lado sentada en un porche mirando el atardecer con el pelo cano y un silencio cómplice tejido durante muchos años. Y pasa el tiempo y un día te sorprendes de cómo cambian las cosas. Y ese deseo ya no existe, se esfumó y a penas te diste cuenta. Y lo difícil y valiente es mirar de frente ese nuevo escenario. Dejar que ese deseo forme parte de tus recuerdos, de los buenos. Y seguir hacia adelante.

Supongo que si, que lo estuvimos. Ya lo olvidé.

jueves, 9 de febrero de 2017

QUE SUENE LA MÚSICA

Tenía intención de escribir una fantasía erótica. Pero entre que se me ha ido un poco la inspiración y en la tablet ha empezado a sonar Tears in Heaven, pues como que otro día.

Antes he estado escuchando a The Commitments y antes a Joaquín Sabina. Pero he empezado con un poco de salsa delante del espejo. Está bien saber lo que ven los demás cuando bailas. Entender porque se paran delante de ti cuando mueves las manos de una determinada manera o el motivo por el cual no pueden apartar la mirada de tus ojos si en ese instante te acaricias suavemente la cadera.

Está bien mover los hombros lento si llevas algo con un escote en forma de u. Y si lo acompañas con una ligera vuelta y una sonrisa, triunfas seguro.

Bailar es pura seducción. Se utilizan todos los recursos existentes. El cuerpo, los gestos. Incluso susurrar una frase de la canción que suena al oído de tu acompañante mientras se produce un leve roce. Todo es un conjunto magnífico de sensualidad.

Pero para que la chispa salte se necesita una gran dosis de complicidad, de dejarse llevar y querer disfrutar. El baile debe de producir una gran dosis de libertad. Necesaria para poder ponerte delante de él e invitarle a que coja tus caderas y sienta como se contonean de un lado al otro sin pudor. Para poder mirarle a los ojos y ver su deseo mientras solo os sonreís. Esa complicidad necesaria para poder acercarte y poner tu mano en su entrepierna sin dejar de bailar un instante. Como si no pasara nada. Y decirle al oído, sin apartar la mano "¿Qué te pasa? Mientras te ríes y le besas rozando a penas sus labios.

Bailar es sensualidad y sexualidad, dos cosas necesarias para poder escribir esto en diez minutos y que a más de uno le haya provocado un suspiro... Y pensar que hay gente a la que no le gusta bailar!!! Hay que ver las cosas que se pierden algunos. Como todo en la vida no hay excusas, es cuestión de voluntad ; )

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