lunes, 26 de junio de 2017

NADA, NO ME PASA NADA

Esta mañana le han mandado un ramo de flores a una compañera mía. ¡Qué bonito, ¿no?! Ni se te ocurra a ti decirme que necesito un novio, ni a ti que un marido, ni a nadie que un polvo. Que ya me lo sé todo. Y frunzo el ceño. Y pongo morritos. Y levanto el dedo. Y os miro con mala leche. Mmmm... Ah! Y la ceja, la derecha, la tengo levantada también.

¿Y a mí porque uno me pasan esas cosas? Vale, ella tiene diez años menos que yo. Si ¿y qué? Yo también he tenido 41 y tampoco. Si es que ya lo dice el refrán, no se puede estar en misa y repicando. Y esto que lo interprete cada uno como quiera o pueda. Yo no tengo ganas de dar más explicaciones.

¡Ay señor! Es difícil el cerebro de una mujer difícil ¿verdad? Y si además es terca, orgullosa, a veces se lía con quién no debe aunque lo haga porque quiere y va de divina. Pues como no va hacer la cosa boom.

¿Y si para otra vida me pido ser simple? Seguro que tampoco. Pues no, no pienso mandármelas yo, que te estoy leyendo el pensamiento mientras lees esto cuando lo leas si es que lo haces.

Y a ti ni te ocurra mandarme un wasap cuando termines de leer preguntándome que me pasa. Pues nada, no me pasa nada. ¿Qué me va a pasar? Que siempre he querido que me mandaran flores buaaaa y nunca lo han hecho. ¡Autosuficiencia de mierda!

Solo os puedo decir que me he reído un rato escribiendo esto. A falta de otra terapia, la risa es una excelente opción ; ) Os quiero a casi todos aunque nunca me hayáis mandado flores. Jajajaja!!

Ah! Y que conste que mi compañera se las merece! : )

viernes, 23 de junio de 2017

TRAZAS DE VIDA

He seguido aprendiendo, creciendo como persona y como mujer.
Me siguen quedando preguntas sin responder, recuerdos dolorosos, otros tiernos, otros que me producen incluso algo de pudor, del poco que tengo a estas alturas. Tengo una mochila preciosa llena de charlas, miradas, risas, seducción, sexo, coqueteo, placer, insinuaciones, algún mosqueo y muchos besos, muchos.

Mi corazón se ha llenado inmensamente en este tiempo. He dado amor y lo he recibido de muchas maneras. He sido feliz, porque algunos de estos hombres han logrado que lo fuera cuando estaba junto a ellos. 

He probado posturas indescriptibles en la cama y fuera de ella y mis orgasmos ya no son siempre iguales. He aprendido que el sexo por el sexo no es nada malo, al contrario. Creo que es un síntoma de liberación mental y física. La única condición es que divierta. He tenido mucho, más de lo imaginable, unas veces me ha gustado y otras menos, pero siempre ha sido elegido libremente.

He llegado hasta aquí sintiéndome bien, plena, con mi honestidad creo que intacta. He sido sincera con ellos y lo que es siempre importante para mí, conmigo misma. He sabido parar cuando veía cerca el abismo y me he lanzado a tumba abierta cuando mi corazón y mi instinto así lo han decidido. No me arrepiento de nada de lo vivido y puedo decir con seguridad que lo volvería a repetir.

Sonrío y pienso que seguiré dejando que todo fluya. La vida está llena de intersecciones, estas son algunas de las vividas por mí. De aquí en adelante, VIVIR sigue siendola consigna.

(Pequeño aperitivo del libro que espero pronto poder publicar)

sábado, 17 de junio de 2017

ENTRE EL QUERER Y EL DEBER

Siempre estamos debatiéndonos. Entre la falda  y el pantalón, entre la melena o el pelo corto, me lo dejo rizado o me lo peino liso. Me quito la barba o la dejo crecer, voy a lavar el coche o me tomo una caña. Ahora mismo no se me ocurren más cosas en las se pueda debatir un tío. Lo tengo claro, ¡yo en otra vida quiero ser Manuel! Jajaja.

Me pongo los tacones o voy en bailarinas, llevo bolso pequeño o arramplo con el grande. Le llamo o le mando un mensaje. Debo de comer una ensalada o me aprieto un bocata. Hago lo que debo o me dejo llevar por lo que quiero. Tremenda putada, casi nunca coinciden, claro.

¡Qué agotamiento! Y todo para que al final el cosmos de los güevos haga lo que le de la gana. Nos ponga, nos quite, nos mueva, nos oculte o nos muestre. Nos haga coincidir para después separnos. Se ría de nosotros mientras nos debatimos entre el querer y el deber. ¡Vaya segunda conjugación de mierda!

Releo y para haber dormido relativamente bien y haber desayunado con gusto, parece que estoy pelin correosa ¿no? Pues no, no lo estoy. Lo que estoy es hasta ahí mismo, es decir, hasta el gorro, de los debates. Sobre todo de los internos. A ver, se agota una de ser parte y contra parte.

¡Con lo fácil que sería ser rubia! Me habéis entendido rubias, así que no os mosqueeis.

Pero no, aunque sea castaña me siento muy pelirroja. ¡Hala venga! Llega es spich (no sé si escribe así, pero no pienso mirarlo en google) de rebelde con causa y sin ella en muchas ocasiones. ¿Porqué? Pues por qué soy toca pelotas por naturaleza. ¿Y? Mira en eso no me debato. Me voy a la peluquería que se me está yendo el color. Así que seguiré después y recién teñida. ¡A agarrarse los machos, que voy a repartir!

Pues después de debatirme entre salir ahora de casa y pasar, he hecho lo que quería. Volver a tumbarme en el sofá y seguir escribiendo. ¡Que carácter!

Así que lo siento queridos pero hoy no reparto. Total, hubiera sido una lucha entre el querer decir y el deber de callarme. Y con este calor vaya usted a saber lo que hubiera salido.

¿Qué hacemos entonces? Lo que queremos o lo que debemos. Buena pregunta ¿verdad? Mi reino por la respuesta correcta. Claro que ... Ya estoy debatiendo de nuevo. ¿Y si me acuesto otra vez?

miércoles, 14 de junio de 2017

¡GIRA EL MUNDO, GIRA!

De vez en cuando releo alguna entrada de cuando empecé con esto del blog. ¡Flojas, muy flojas! No ya por la intención y el contenido sino por la forma. ¡He mejorado un montón escribiendo! Y sin cursos ni nada, que quede claro. Autodidacta debería de ser mi tercer apellido. Sigo sin reposar el texto, eso sí. A saco como siempre, me gusta hacerlo así y como no me presento a ningún renombrado premio, pues ya está.

Me interesa que os apetezca entrar a leer, que sonriáis al hacerlo, que os sintáis identificados a veces y comprendidos otras. Me importa que leáis entre líneas, que os haga pensar, que os sorprenda y se os haga corto lo escrito. Si está mejor o peor, si falta algún acento o sobre algún punto, me da igual. La vida es imperfecta y eso la hace ser sublime. Cuando digo o escribo esta palabra, sublime, entorno los ojos casi de manera lujuriosa... ¡Qué cosas!

¡Y como pasa el tiempo! Esto ha quedado pelin abuelete, pero es así. Cuatro años hace ya de unas cuantas cosas. Tres de otras, dos de alguna, uno de esa. ¡Que vida la mía!

Me he quedado atascada. ¿Cómo sigo ahora? 
Pienso en Camus y en poner algo de lo que escribió, me viene a la cabeza Sampedro al que mencioné hace poco. Quizá quedaría bien ahora citar a Bukowski. ¿Alguna frase de Hannah Arendt y su banalidad del mal? ¿Simone Weil? ¿Algún retazo de un poema de Gil de Biedma? ¿Y si pongo una de las frases lapidarias de El Quijote? Lo dejo aquí que me me estoy viniendo arriba.

Se aceptan sugerencias. ¿Cómo seguirías tú? 

¡Qué vida la mía! ...

sábado, 10 de junio de 2017

QUE SUENE LA MÚSICA

Dicen que hay canciones que al escucharlas se convierten en personas. También dicen que aquellas que más escuchas o te gustan, en realidad son la historia de tu vida. Esto creo que me lo acabo de inventar, pero ha quedado bien.

A veces me pregunto el motivo por el cual la música resulta imprescindible en mi vida. Nunca he sido una gran melómana, siempre me ha costado escuchar un disco completo por mucho que me gustara el cantante. Sin embargo, no puedo vivir sin música. Y al decirlo, al escribir la palabra, siento un leve escalofrío de esos que hacen que se llene el pecho de aire y casi cueste respirar durante un segundo.

En este punto debo de hacer referencia de nuevo a mi sofá. ¡Es que es un lujo! Y a la ventana de mi salón por donde ahora mismo entra el sol y me permite tener una de esas sensaciones que no tienen precio. Silencio fuera, algún pájaro saluda y algún ruido de cubos de basura recogiéndose. Poco más en una mañana en la que me he levantado muy temprano y el café me ha sabido especialmente rico.

Volviendo a la música. Últimamente escucho mucho esta https://youtu.be/mTZMjlDQzuI . No entiendo muy bien porqué hay canciones que de pronto tengo la necesidad de escuchar una y otra vez. En este caso, son unos segundos de piano que no dejan de parecerme sublimes.

Este es otro ejemplo de esas canciones que siempre aparecen https://youtu.be/QYEC4TZsy-Y. Y sin entender inglés. Eso tiene más mérito, me refiero a la canción obviamente.

Y termino este detalle musical (cursilería total). ¡Qué raro todo!
Con una de las que me hace subir el volumen hasta los puntos rojos y gozar. https://youtu.be/wTP2RUD_cL0

¡Estupendísimo fin de week!

miércoles, 7 de junio de 2017

¿QUÉ QUIÉN SOY? PUES YO, ANA.

Cuando era pequeña; lo primero que quise ser de mayor fue maestra. Ponía mis muñecos en fila y les daba unas clases magistrales, aunque lo que me molaba de verdad era regañarles porque hablaban y castigarles mirando a la pared. Luego pasé a coger un lápiz a modo de micrófono y con mi tocadiscos chulísimo sobre el escritorio, soñé con ser cantante. Más tarde me dió porque quería ser geo. Si, el corrector no ha sido, lo he escrito yo, geo. Pero pensar en subir por paredes escarpadas me desanimó mucho. Pasé también por directora de orquesta, reportera de guerra, locutora de radio, actriz, filosofa y con 16 años decidí que quería ser funcionaria. Del Estado, eso sí. Yo siempre a lo grande.

Algunos años más tarde miré hacia atrás y me di cuenta de que no era nada de lo que había deseado e imaginado que sería. Estaréis pensado donde quiero llegar. Pues no penséis tanto que ni yo lo sé ahora mismo.

Y ahora, en este momento de miércoles relajado me doy cuenta de que en realidad he sido todo aquello. Porque en algún momento de mi vida asi lo viví y lo sentí. ¿Qué es lo que quiero decir? Pues que no vivimos solo una vida, que cada momento, cada instante, cada experiencia y cada deseo nos hace ser alguien diferente. Que no somos solo Ana, María, Pedro, Luis, Lucía, Javier, Antonio o cualquier nombre inventado. Que como digo siempre el libro de nuestra vida al final del camino debe de ser enorme, con miles páginas escritas, dibujadas, subrayadas... Que releer no debe de avergonzarnos ni hacer que nos arrepintamos de nada. Debe de hacernos sonreír, emocionarnos y sentir. 

No soy nada de todo aquello. He llegado hasta aquí conservando siempre ilusiones, deseos, teniendo anhelos, llorando mucho en ocasiones y riendo otro tanto. Sin pudor a querer, a mirar a los ojos y hablar. Con miedo que siempre se ha contrarrestado con valentía.

Soy yo, Ana. Muy Ana como ya escribí en una ocasión. Una Ana llena de caminos, bifurcaciones, atajos, callejones sin salida, praderas soleadas, paseos placenteros, soportales lluviosos y mar.

En realidad, creo que sigo siendo aquella niña tumbada en el suelo de su habitación llenando hojas de palabras escritas en forma de poemas. Creo que sigo siendo la de siempre, con algunas cicatrices, desengaños, kilómetros de amor, alguna arruga en el alma, más sabiduría, conservando la inocencia, habiendo aprendido del dolor y vivido instantes de felicidad. Esa soy yo, Ana.

domingo, 4 de junio de 2017

LA VIDA SIGUE

Es una de las frases que más utilizamos en todo tipo de circunstancias ¿verdad? La vida sigue. Curiosamente al decirla nuestro gesto suele ser de resignación. Pocas veces es de "me pongo el mundo por montera" y que se prepare la vida que allá voy.

No sé si me explico.

Tengo diez minutos para explicarlo antes de empezar a prepararme y bajarme al Retiro dando un paseo, llegar a la caseta 330 y ver a un tipo estupendo al que considero un amigo, firmando ejemplares de su libro. Un tipo que un día dijo la vida sigue. Y lo hizo con valentía.

Ya me quedan solo seis y estoy algo atascada frente a un puñado de ideas que se pelean por convertirse en palabras.

No sé si mi gesto es de resignación, tristeza, rabia, impotencia o rebeldía. No me gusta una mierda esa frase con regusto a fracaso y conformismo. Me he pasado ya un minuto y me estoy poniendo tensa porque soy una jodida histérica de la puntualidad.

Sigue, si. Y me pregunto si me gusta como lo hace. Y la respuesta es no. Y me toca las pelotas. Y ahora iría un "pero..." Pues no me da la gana ponerlo.

Y la mía sigue como la de todos. Solo espero que nunca deje de tocar las narices ya entonces tendría que poner esa cara de resignación y no estoy por la labor.

Dioss, ocho minutos más de lo previsto. Os dejo, que después de ducharme y ponerme mona, ponerse al mundo por montera lleva su tiempo. No olvidéis que la vida sigue como tú quieras que lo haga ; )

LO MÁS LEÍDO