jueves, 24 de octubre de 2013

LO QUE DE VERDAD ME IMPORTA




No he visto ninguna película de Harry Potter, tampoco he leído ningún libro. No he visto Titanic ni Salvar al soldado Ryan. Estuve por ir al cine cuando ya estaban a punto de quitar Avatar y tampoco lo hice. No he leído las 50 sombras de Grey, ni pienso… Pues no hay maneras de divertirse…


Lo sé, esta manía mía hace que me pierda cosas realmente interesantes. Lo que ocurre es que quizá, solo quizá, lo “realmente”, me dejó de importar hace mucho.


A veces pienso que nací a destiempo. Recuerdo hace años, en el ágora (me encanta esta palabra) de la facultad, estaba sentada con una amiga, compartiendo reflexiones. Estábamos de acuerdo en que no nos sentíamos del todo integradas en el tiempo en el que nos estaba tocando vivir y llegamos a la conclusión de que éramos un apéndice de una generación anterior. Bueno, quizá el hachis tuvo algo que ver con esta conclusión. Seguramente las clases con García Calvo también…


Y no sé a que venía todo esto, por que yo hoy iba a escribir sobre sexo.


Con 13 años empecé a escribir. Cuando tenía 16, leí Summerhill y tuve clara la importancia de la educación que se le debía de dar a un hijo. Con 17, mi objetivo era ser funcionaria y a los 21 hice la maleta para marcharme a Moscú.Y lo hice, pero regresé. El llanto de mi madre pidiéndome que no me quedara fue más fuerte que mis tremendas ganas de vivir el momento.


Después de aquella vez con mi amiga, ha habido muchas otras veces en las que he vuelto a pensar que no estoy en mi sitio. Tantas como veces pienso en las cosas magnificas que no me hubieran pasado de haber estado en otra parte.

Seguramente todo forme parte de ese mundo de sueños en el que todos nos movemos sin distinguir a veces lo que pertenece a este o lo que pertenece a esa realidad de nuestro día a día.


al final queridos, sigo pensando que lorealmente, sigue sin importarme demasiado. Me gusta dejarme embaucar por la naturalidad, me dejo seducir por la inteligencia, le sonrío al reto, no pongo freno al latido de mi corazón por una caricia, me gusta sumergirme en unos ojos, siempre busco lo diferente; por quea mi, eso es lo que de verdad mi importa.

lunes, 21 de octubre de 2013

MIRAR CON EL CORAZÓN (Parte 3)




Es ya de noche y sigo sentada en las escaleras de la iglesia, la mirada continua perdida en el horizonte y tirito. Me levanto y bajo lentamente los cinco escalones que me separan del camino. Ese camino que comienza en el corazón, ha parado tantas veces en el alma y al que todavía no le he encontrado el final.


Y comienzo a descender la pendiente que me lleva hasta mi casa, pero primero abro la portezuela de la escuela a mi derecha, entro y sonrío. Recuerdos de voces y risas, de juegos, del roce del sol en nosotros. Secretos, fuimos cómplices, amigos.


Llevo aquí ya dos semanas y siento que el tiempo no pasa. Escribo, leo, paseo, pienso y recuerdo. ¿Y que más pedir? No, no me hace falta, aprendí a convivir con la soledad y no es tan mala compañera. No me hace falta, ya no.


Abro la puerta, las dos; la de arriba y el portón de abajo. Agacho la cabeza, los techos son los originales, demasiado bajos. Entro en el salón y enciendo la chimenea, pongo música y sonrío. En estas dos semanas no he dejado de hacerlo, me resulta placentero el sentimiento que me produce estar aquí. Una copa de vino, frío; Ribera del Duero, de la tierra. Enciendo el ordenador, respiro hondo y de pronto mis ojos se llenan de lágrimas. Mi corazón late con la celeridad del que quiere huir, del que se siente prisionero y necesita gritar. Es el momento, coloco mis dedos sobre el teclado y les dejo que sean ellos los protagonistas de este instante.


“ … Te quise tanto… A mi manera, con todo por delante, sin zonas oscuras, sin condiciones, sin reparos ni vergüenzas. No sé querer de otra manera. Te mostré mis miserias sin pudor, te hice partícipe de mis sueños con ilusión, te amé, te amé con la intensidad que produce la falta de aire en los pulmones y en la cabeza. Aprendí que no recibir lo mismo que tú das o de la misma manera, no es malo. Que no debe de ser reprochable, que yo pongo lo que quiero y debo de aceptar aquello que recibo con esa misma pasión. Fui consciente del tiempo, del que tiene colores, del nublado, del tiempo que pasa fugaz, del eterno, del que se resiste a pasar. Del tiempo de compartir, del tiempo de cansancio, de ese tiempo implacable y delicioso. Me enamoré del sentir, de un segundo de gozo, de aquel sonido, de tu mirada, de tu voz, de tus brazos, de tu amor… Te quise tanto…”

Miro el reloj, son cerca de las tres de la madrugada. La botella está vacía y mi alma llena. Antonio nunca leerá esto, nunca leyó nada, pero sé que me amó.

Me quedé dormida en el sofá, la chimenea se fue poco a poco apagando y me despertó el frío del amanecer. Eso me recordaba a tantas mañanas en Santiago, cuando los cortes de electricidad nos helaba además del cuerpo, el corazón.

lunes, 14 de octubre de 2013

ESPAÑA, PAÍS DE CATETOS


Lo tengo claro, España es un país de catetos. Y no solo por que nos estén tomando el pelo desde todos los poderes durante mucho tiempo y aquí nadie dice ni hace nada y menos si es la hora del Sálvame diario, Sálvame De Luxe, Quien quiere casarse con mi hijo, Hombres mujeres viceversa y su p…a madre. Sino por que la ignorancia de bienvenido mister Marshall, es inagotable.


Estoy “jarrtiitaa” del discurso y la polémica absurda y paletoide con los catalanes. Que cada uno se sienta de donde le salga de las narices; y a mí que mas me da. Hasta el mismísimo… moño del complejo que tenemos con todo lo que suene anglosajón joder, que si nos hablan en inglés se nos caen las bragas. Hasta la peineta de los listos y listas que hablan creyéndose Aristóteles y solo repiten lo que han escuchado en la fila del Mercadona a un tipo con traje, pensando que seguro trabaja en un banco y sabe, sabe lo que dice… Anda yaaa!!!


Ayyy, mátame camión (esto me gusta y lo digo ahora por que quiero)!!


Me enfado y cuando me enfado lo hago mucho, por que no enfado a menudo.Pero claro, luego nada importa que haya gente cogiendo comida de los cubos de basura, donde esté criticar a un catalán. Da igual que los políticos nos roben y se descojonen de nosotros en nuestra cara; donde esté ver como llora la gente en la tele. Da igual que haya gente bien jodida en Bangladesh por ejemplo, después de los derrumbes de las fábricas donde se hacían nuestros pantalones; mientras no sepamos donde está eso. O a lo peor, ni que es Bangladesh…


Hace poco, en mi trabajo les dije a mis compañeros que estaba colaborando con una ONG recogiendo material escolar para mandar a un país africano. Una persona me preguntó por lo que quería concretamente. Pues material escolar, le contesté. Cuadernos, lápices, pinturas, bolígrafos… Y me dijo, “¿pero, los bolígrafos tienen que pintar?”


Y ahora, que el camión vuelva a pasar por favor…



viernes, 11 de octubre de 2013

¿QUÉ HACER CON NUESTRAS MISERIAS?


¿Qué hacer cuando una miseria sube del infierno y se planta frente a ti? Siempre poderosas, desafiantes, hirientes, con ese gesto que produce terror.


Las miserias son todas aquellas cosas que durante nuestra vida no hemos sido capaces de afrontar, todo aquello que hemos ido desterrando, sacando de nuestro camino y de nuestro pensamiento. Y llega un día, sin esperarlo, en el que alguna aparece y te reprocha y ataca con la furia reprimida del olvido en el que ha estado tanto tiempo. Y entonces tiemblas y todo se tambalea y dudas y no sabes como salir de ese laberinto en el que todo da muchas vueltas y solo quieres llorar.Esperas que después de secarte las lágrimas haya desaparecido, pero no es así. Ahí sigue, disfrutando de tu sufrimiento, es su momento.


Todos las tenemos queridos, la diferencia es que unos somos conscientes de ello y otros no tanto. Unos las miramos cara a cara y otros no pueden. Unos las dejamos tener su momento y otros continúan huyendo de ellas hasta el infinito.


Tengo frente a mí a una de ellas. Es poderosa, la más poderosa que tengo creo, y os aseguro que está disfrutandoEl dolor que me produce es tan grande que hay momentos en los que me falta el aire. Pero la voy a dejar, no quiero que se marche, quiero que desaparezca o al menos se haga mucho más pequeña. Ha llegado el momento de enfrentarla. Pero esta vez no será como otras, no lo haré sola. Seguiré compartiendo con vosotros, esta vez dejaré que me acompañéis. Ya la siento un poco más pequeña


Y siento que este es el momento en el que mis dedos van solos, ese momento en el que no escribo, vomito palabras. En el que no pienso, solo siento. Y por eso lo que os cuento a veces os emociona, por que sentís conmigo y yo me siento feliz por ello por que es lo que quiero, compartir sentimientos. Tarea nada fácil y menos aún en este mundo en el que vivimos. Pero queridos, si no queréis que vuestra miseria se haga enorme y poderosa, no seáis siempre los que abracéis, pedid un abrazo.


Si no es contigo, será contigo o contigo o con todos, pero esta vez no quiero hacerlo sola… : )

miércoles, 9 de octubre de 2013

CUANDO NO EXISTE EL CONSUELO




Cómo consolar a ese niño que se cae por primera vez de su bici y que le duele más el susto que la herida en la rodilla. Cómo consolar a ese hombre al que ya le cuesta trabajo orinar y siente la impotencia en todos los miembros de su cuerpo. Cómo consolar a esa mujer a la que le pesan ya tanto los años que no se explica como no tiene ganas ni de salir a la puerta de la calle… Con lo que ella ha sido!


Y cómo consuelo yo queridos, a mi amiga, mi hermana. Cómo le digo que tiene que volver a ser fuerte cuando nunca ha dejado de serlo. Cómo le digo que hay que ir día a día cuando nunca ha dejado de hacerlo. Cómo le digo que nunca se sabe, que lo principal es saber lo que hay. Que no piense que va a ser como la otra vez… ¿Cómo?


No sé, coño, no sé como. Palabras, sólo palabras que pierden el sentido cuando la historia se repite. Y es que hay personas cuya capacidad de sufrimiento está por encima de la media.


Lo que si sé es te quiero hasta el infinito y vuelta amiga. Que las circunstancias de la vida, benditas ellas esta vez, han hecho que estemos más cerca en esa distancia que en realidad nunca ha existido. Lo que si sé es que estoy contigo con todo mi alma, como siempre.


viernes, 4 de octubre de 2013

MIRAR CON EL CORAZÓN (PARTE 2)


Recuerdo cuando se llevaron a Dora. No solo vivíamos en la misma calle, tambiénen el mismo rayo de arco iris. Dora tenía 22 años y una vida difícil por delante, pero también muchas ganas de vivirla. No era muy alta, pelo largo y negro, piel morena y unos ojos oscuros que siempre te decían que la abrazases. Vivía en una casa pequeña, para ella y su gato era suficiente decía. Su jardincito era un pequeño oasis donde más de un vecino íbamos algunas tardes a llenar nuestros corazones de vida.


Dora era nuestro sol, era mi amiga. Y se la llevaron. Cómo hicieron con tantos amigos, con tantos vecinos y conocidos. Pero de eso no quiero hablar por que todos sabéis lo que pasó. El corazón se encoje con esos recuerdos y los que quiero compartir con vosotros son los que me hacen sonreír.


Chile siempre se me antojó diferente, hasta geográficamente es diferente. Conocí a Antonio una mañana en la FNAC, mientras intentaba sacar unas entradas para un concierto de música africana. Un chico muy amable me insistía en que ahí no vendían las entradas de ese concierto, mientras yo le aseguraba que si. Y detrás de mi un hombre alto y con ojos claros resoplaba con impaciencia. Y yo que culpa tenía? Al final, con un manotazo me quitó de en medio y pidió la presencia de un responsable. Me pareció un tío tosco y poco amable. No lo había hecho porintentar ayudar sino por hartura. Fruncí el ceño y le hice saber que podía arreglármelas sola.


Siempre he podido arreglármelas sola, siempre, demasiadas veces. Hubo tantas ocasiones en las que me hubiera gustado no haberlo hecho… En las que hubiera dado todo por ser un poquito dependiente. Ni él ni yo supimos.


No quiero que penséis que os voy a contar una historia de amor, no quiero contaros ni como terminamos juntos, ni como decidí irme con él al otro lado del océano. Eso seréis vosotros quienes tendréis que imaginároslo y si queréis contármelo vosotros mí, sería bonito. Solo quiero compartir con todos, compartir. Recuerdos, sensaciones, sonrisas secas de dolor y húmedas de emoción. Quiero con estas letras haceros parte de mi y que al final pueda, sino con todos; si con alguno de vosotros, mirar con el corazón.


Dora era mi amiga, mi sol, mi compañera de rayo de arco iris… Y se la llevaron.

martes, 1 de octubre de 2013

El tuyo, El mío, DESEO


Son las siete de la mañana y comienza a amanecer. El sonido de mis tacones retumba en toda la calle, el portero de al lado guarda los cubos de basura mientras me mira con una mezcla de curiosidad y marranería.


Y ahora no encuentro la llave…  Menos mal que mi vecina del segundo madruga mucho todos los días para sacar a paseara Marmolete; su perro. Buenos días, me dice mirándome de reojo. Yo contesto con la amabilidad que me caracteriza; envidiosa, pienso.


Entro en casa, enchufo la cafetera, miro la botella de vino sobre la encimera y dudo. La noche merecería la copa pero creo que mi cuerpo agradecerá la taza…


Suena el teléfono y eres tú. Susurras mi nombre y yo me río. Mientras el olor del café me devuelve las ganas de abrir los ojos. Pongo música; algo de Bossa, no te gusta y con un poco de suerte colgarás al escucharla. Pero no, hoy no te parece mal y quieres seguir abrazado a mi. Me reprochas no haberte avisado de que me marchaba. Y que más te da si me hubiera ido igual, te contesto. Lo sé, sé lo que quieres, sé lo que ahora mismo deseantodos, los músculos, de tu cuerpo. Pero no lo haré; o si. Miro el vino de nuevo, sonrío.


Y lo repites una y otra vez, mientras apenas te escucho. Doy un sorbo a la taza y me muerdo el labio inferior, que riicoo. Por un momento dudo si me refiero al café o a lo que tú me estás diciendo… Me deseas, si, tú siempre me deseas. Y yo a ti, te respondo. Dudo de nuevo, me refiero a ti o a otro sorbo de café…


Me acaricias, te gustaría acariciarme, pero no estoy allí, junto a ti. Porqué? me preguntas. Porqué me he ido? Quieres acariciarme, ahora, en este instante, justamente ahora. Y cierro los ojos y te siento. Tus caricias. Me estremezco. No lo haré, hoy no. Y tus palabras me envuelven y tu voz hace que mi respiración se acelere. Dejo la taza. Cojo la copa. Y tu voz… y tus palabras… La copa se cae al suelo y entonces ya son mis jadeos los que apagan el ruido que produce el cristal al romperse. No lo haré…, hoy…. No…. O siiiii…

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