domingo, 26 de octubre de 2014

ESE HABLAR SIN PALABRAS ...

Sin lugar a dudas los sentidos son una inagotable fuente de placer. Con la mirada se habla, se insinúa y percibes sin querer el deseo y el rubor del otro. Con el olfato te sientes acariciado sin necesidad de que te rocen. El oído hace que al escuchar su voz, un suspiro de paso a una sonrisa en tu rostro. El sabor de un beso largo deja en tu boca ese gusto de unas lenguas que sin pudor bailan a su son. Y el tacto, ese hablar sin palabras, esa caricia inocente, dulce y apasionada otras veces. Ese apretar de manos que están diciendo aquí estoy. Me pregunto que sienten esas parejas que siempre van cogidos de la mano. Que entrelazan sus dedos sin pensar. Que cualquier obstáculo es salvable sin soltarse. Me pregunto que piensan al caminar y levantando levemente sus brazos se aprietan uno contra el otro y sonríen.
Me pregunto que se siente al saber que esa mano siempre esta ahí para ti. Abierta, sincera, limpia y llena. Llena de ese querer compartir y caminar. Esa mano que dice te ayudo, celebro contigo, camina junto a mi, bailemos, hablemos, acariciémonos, no te vayas nunca, no te dejaré marchar. Me pregunto como será... Ese hablar sin palabras...

domingo, 19 de octubre de 2014

ES POSIBLE

Resuena en la habitación nuestro último jadeo y me acaricias la cara sin mirarme, preguntándome que me pasa... ¿Qué me pasa? te contesto con la mirada recorriendo el techo de la habitación. Me pasa que estoy cansada...

Cansada de mirar y no ver
De buscar sin encontrar
Cansada de querer y no sentir
De escuchar sin oír
Cansada de leer y no saber

Estoy cansada mi vida, te respondo cerrando los ojos y apretándolos fuerte para no llorar. Tu mano coge la mía y me aprietas fuerte. Pero no siento que estés conmigo. Hoy, ahora si, pero ¿y ayer? y ¿la semana pasada?¿Qué haré mañana cuando necesite ese mano tuya?

Me levanto de la cama y voy al baño, el espejo que ocupa toda la pared me recibe con maldad, esa que tienen los baños de las habitaciones de hotel, esos tan grandes que al mirarte te sientes pequeña, perdida en una inmensidad, miras y ves tantas caras que por allí han debido de pasar... Esos en los que apenas te miras un segundo y retiras de allí los ojos para no poder ver lo que no quieres.

Cojo el vaso que está al lado del grifo, junto a los tubitos de gel y shampoo. Lo lleno de agua hasta la mitad y salgo buscando el tabaco. Ya me has encendido un cigarro, te sonrío y te beso mientras te doy las gracias. Tumbada junto a ti, respiro hondo y pienso que no debo de ir más allá. Besas mi sien, juegas con mi pelo y escucho de tu boca un Te quiero.

jueves, 2 de octubre de 2014

MI BAÚL

Tengo un baúl en mi corazón donde guardo los relojes que se paran. Tengo que guardar el tuyo, el morado que no azul, ese que ya sabias que utilizaba antes de verlo, el mismo que tan rápido pasaba las horas delante de unas cervezas. Ese que nos regaló tiempo de compartir risas, enfados, debates y algún anhelo…

Hay veces en la vida, que las cosas son fáciles, tan solo hay que dejarse llevar al tener la certeza de que llegara el momento. Hay veces en la vida, que las personas son difíciles, tan solo hay que dejarse llevar al tener la certeza de que formaran parte de ti.

Y en la pandilla del feliz viernes,seguiremos siendo cinco. Y seguiremos guiñándonos el ojo al despedirnos y sé que no dejaremos de hablar, de quitarnostantas veces la razón el uno al otro y de dárnosla otras tantas. De reírnos y regañarnos, de saber de lo que hablamosy sentimos con la intensidad que nos llevó a encontrarnos.

¿Qué te voy a echar de menos? Pues claro. ¿Qué te voy a llorar muchas veces? Por supuesto. Y también me enfadaré contigo y con el mundo y con la vida. Esa de la tú y yo tantas veces hablamos, esa que nos regala y nos arrebata pero que siempre nos deja algo valioso. Y a mí, esta vez, me ha dejado un reloj parado que guardar en mi baúl.

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