sábado, 28 de noviembre de 2015

AMIGA

Hace ya mucho tiempo escribí en este, mi saloncito, una entrada que de alguna manera hablaba de ella ...
Hoy vuelvo a hacerlo con el corazón encongido pero lleno de orgullo. Y es que tengo la inmensa fortuna, y no es una frase hecha, de tenerla a mi lado desde más de treinta años. Cosa nada fácil en la vida.

Acabo de decirle que es una valiente y que estoy orgullosa de ella. Es cierto. Pero es que además la quiero con toda mi alma, y eso está por encima del corazón.
Toda una vida juntas. Compartiendo pupitre, copas, viajes, alegrías y frustración. Toda una vida de días de cine, cafés y risas. Muchas risas, todas las que caben en esos corazones nuestros que un día se encontraron para no separarse nunca más.
Hoy tomas una decisión importante para ti y estoy contigo, a tu lado siempre. La vida no ha sido justa contigo... Mierda!!! Nada justa... Pero nunca te rindes, anteponiendo siempre el bien estar de los demás frente a ti.

Te preocupas por mí, me cuidas y me proteges muchas veces como solo una hermana podría hacerlo. Y es que eres eso para mí. Y sabes que te quiero como eso o hasta más si cabe ya que no nos une la sangre. Eres mi AMIGA con mayúsculas, la que siempre está ahí y siempre me escucha y apoya y me ayuda ...

Y yo solo puedo quererte, es la manera en la que puedo corresponder.
El camino que se vislumbra será duro, pero no estarás sola para afrontarlo. Somos muchos los estamos a tu lado y tendrás muchas manos abiertas y sinceras.
Te quiero Mariiiii ... Mi Susi, mi Irenita, mi amiga, mi hermana ...!!

sábado, 21 de noviembre de 2015

¿EL MISMO PRECIO?

Miro a mi alrededor y quizá tenga frente a mi casi a trescientas personas. Más de la mitad son niños, correctamente uniformados con la ropa de su equipo. Algunos no levantan más de tres palmos del suelo y se ve más el protector que llevan en la cabeza que a ellos.
Las nubes están dejando al sol saludarnos y corre un aire, que aunque molesto en ocasiones, no impide disfrutar de la mañana.

Y pienso ... "Estas privilegiadas instalaciones del Liceo Francés, están llenas de vida". Jornada de deporte, juegos y risas. Mañana de ser equipo y compartir. Vidas cuyo precio es el mismo en este instante.

Pero como siempre, mi pensamiento va más allá y no puedo evitar que vengan a mi mente los campos de refugiados, esas ciudades devastadas, aquellos pueblos abandonados donde solo quedan ruinas de lo que un día fueron hogares. La vida de un palestino vale lo mismo que la mía, la vida de un niño soldado vale lo mismo que la de mi hijo, la vida de una mujer violada por el ejército vale lo mismo que la de la mamá con su bebé que tengo enfrente, la vida de un abuelo que no pudo correr en un bombardeo aliado vale lo mismo que la del entrenador que da órdenes en este momento. Coño (con perdón), que la vida debería de ser lo único nuestro de verdad y nadie debería de poder robárnosla... Lo malo es que creemos que la nuestra vale más que la de otros. Pero pensadlo bien. De verdad creéis que es así?

Hoy sonrio y contemplo vida, me planto y llevo a mi mente a disfrutar del otoño : )

domingo, 8 de noviembre de 2015

QUERIDA BEATRIZ ...


Te echo tanto de menos ...!!! Me faltan tus mensajes, nuestras conversaciones en las que tú me decías ... "Tú difruta"!! Me falta tu "que pesadez" con ese ceño fruncido y esa carcajada cuando yo me quedaba mirándote al decirlo. Me falta tu voz, tu mirada, tu sonrisa ... Te echo tanto de menos...!!

Hablo contigo y me río, siento que nos reímos juntas. Y te pregunto y quiero escuchar tu voz y tu repuesta.

Y lloro ... Al pasear por el barrio y pasar por delante de donde tomamos café más de una vez. Al pasar cerca de tu casa y acordarme de cuando iba a tu resort, como tú llamabas a tu terraza a charlar contigo. Lloro cuando pienso que no me lo creo después de estos meses, cuando todavía cojo a veces el teléfono y necesito llamarte y me doy cuenta de que ya no vas a responderme más.

Querida Beatriz, me queda el consuelo, absurdo pero necesito tenerlo, de haberte dicho lo mucho que te quería. De haberte mirado a los ojos y decirte lo orgullosa que estaba de ti. De haber sido capaz de reconocer que yo, tan fuerte como tú me decías que era, quizá no habría tenido el coraje que tú tuviste. De haberte abrazado entre lágrimas y habernos mirado con ese amor que solo se siente frente al dolor.

Querida Beatriz... Te echo tanto de menos...

LO MÁS LEÍDO