miércoles, 27 de diciembre de 2017

FUN FUN FUN

Voy a descansar un rato, llevo desde las siete y media de la mañana escribiendo y hoy tocaba subir el tono de la novela. ¡Uff! Siempre me han gustado los mañaneros, pero claro cuando escribes es que lo haces todo y además como tú quieres, vamos un lujo.

Mientras veo que tengo que limpiar las ventanas del salón pienso en lo orgullosa que estoy de Interse(x)cciones, mi primer libro. Sonrio al recordar esas reflexiones de amigas felizmente casadas desde hace años que les ha hecho pensar si ellas serían capaces de hacer lo que yo si mañana se separaran. Esa liberación de aquellas que también utilizan el medio y de pronto hablan de ello sin pudor ni vergüenza. Recuerdos que han compartido otras muchas de cuando ellas pasaron por alguna de las páginas. Me hace sonreír el pudor mostrado por algunos hombres después de leer los capítulos de la X. Y como me dijo uno de ellos “tengo que decirte que yo ya no te veo con los mismos ojos”. No le pregunté si lo hacía mejor o peor, prefiero quedarme con la duda.

Este libro además ha traído reencuentros. Personas a las que yo no veía desde hace tiempo e incluso amigos que llevaban años sin verse entre ellos lo hicieron el día 26 del mes pasado en la presentación de la criatura. Este libro me ha regalado confianza en mi misma, ganas de continuar escribiendo y trabajar mucho más mis palabras. He releído después y de manera más calmada las historias, lo que me ha ayudado a poner algún punto y final y saber quien debe de continuar en mi vida y quien ya solo en mi recuerdo.

En nada llega el año nuevo que por mucho que nos empeñemos no será ni mejor ni peor que este, sino diferente. Igual que todos y cada uno de nosotros lo seremos. Porque la vida no se detiene, el tiempo corre y yo me propuse hace unos años no volver a quedarme parada por nada ni por nadie. Cumplidos mis 52 soy consciente de que más de la mitad ya pasó, así que con este dato y aunque haya días en los que me duelan los huesos, seguiré levantándome por la mañana creyendo que ese puede ser el mejor día de mi vida.
¡Sed felices!

jueves, 30 de noviembre de 2017

TE QUIERO

Habéis entrado todos como locos al leer el título de la entrada ¿eh? Jajaja. Seguro que se os han abierto mucho los ojos y habéis pensado que siguiendo en mi línea de valentía sin límite había declarado mi amor a alguien. ¡Hay que ver como sois! Pues lo siento, pero va a ser que hoy no.

Te quiero son dos palabras que da mucho miedo decir. Lo más curioso es que sentimos no haberlo hecho cuando ya es tarde en muchas ocasiones. ¡Se sabe! pensamos. Cierto, hay veces en que es así, pero es necesario decirlo cuando se siente. No hay que tener miedo a que la otra persona lo entienda mal, explícalo si fuera necesario aunque no imprescindible. No hay que tener miedo a creer que eso nos hace más vulnerables ni tampoco a sentir debilidad al exteriorizarlo. Te quiero son dos palabras bonitas. Amor y tú. Y el amor es magia en todas sus maneras y modos. Yo creo en la magia, en el cosmos, en la vida. Digo te quiero cuando lo siento y no me ruborizo por ello porque me sale del corazón. Y sobre todo porque me da la gana. Soy afortunada, mucho, ya que a mi alrededor hay muchas personas a las que poder decírselo y lo que es igual de importante, demostrárselo. Pero las palabras tienen ese no sé qué especial. Como una sonrisa, una mirada o un beso. Decir te quiero es algo universal que los universables decimos muy poco. Enarbolo la bandera del querer. ¿Me acompañas? Prueba a decirlo, Te Quiero.

martes, 21 de noviembre de 2017

EL DÍA SE ACERCA

Uff, no sé por dónde empezar. Solo quedan ya cuatro días para el domingo 26. Pienso en ello y siento emoción, alegría, miedo... Son un montón de sensaciones que se agolpan y se atropellan. Y pienso en el reencuentro de amigos que se va a producir después de muchos años. Y en la cantidad de emociones por metro cuadrado del momento. Y en qué no se me puede olvidar comprar la cajita de kleenex. Y todo me parece mentira y entonces empiezo a pensar muy deprisa y escribo muchas veces y. Y sé que no está bien pero no puedo evitarlo. Total, ¡esto lo leen cuatro colegas! Esos que van a estar conmigo dentro de cuatro días. Porque aunque no vayáis algunos, estaréis igualmente allí a mi lado.

Uno de mis mantras ha sido siempre “Ana, nunca dejes de soñar”. Y mi parte de Alícia lo ha conseguido. Y me siento feliz y agradecida y ya estoy escribiendo otra vez muchas veces y. Y tengo que pensar en que zapatos me pongo, menos mal que ya tengo decidido el collar.

Os quiero, a todos sin excepción. A todos y cada uno de los que habéis hecho realidad esto. A los que llevan tiempo en mi vida y a los recién llegados. Porque si vivir es la consigna, querer es el camino.

Los kleenex a lo peor se me olvidan. Pero hay algo que no me dejaré en casa. Un abrazo y un beso con sonrisa para todos y cada uno de vosotros. Gracias.

sábado, 4 de noviembre de 2017

LA VIDA SIGUE


Si me dejas escapar, perderás parte de luz en tus días. Abandonarás a una loca enamorada de la vida. Alguien que consigue robarte sonrisas en los momentos de mierda absoluta. Esa persona que siempre ve el vaso medio lleno, que nunca se rinde y que jamás tira la toalla. Dejarás escapar la frescura y la espontaneidad. Tengo carácter, sí… pero en el fondo soy fácil de llevar. Soy un cacho de pan muy duro de roer, que te trasmite seguridad, confianza y diversión en todos los sentidos. Mi energía se cuela por tus huesos y mi amor te va directo al corazón, y eso… es imposible de olvidar.
Si me dejas escapar, perderemos los dos. Pero recuerda que fui yo quien te encontré parado mientras caminaba. Tú nunca dejarás de verme mientras me alejo. Piensa que yo a ti solo lo haré si vuelvo la vista atrás y eso siempre será una opción. Perderás ese cosquilleo que te produce escuchar mi risa y recordar mis besos. Así que si lo haces, si me dejas escapar, serás un idiota arrepentido el resto de tu vida.

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sábado, 21 de octubre de 2017

Y DE REPENTE UNA MAÑANA

Cuantas veces he leído eso de "de repente una mañana te levantas y..." Como cuando los niños están en cama dos dias con fiebre y después tienes que renovar el vestuario y levantar la barbilla para mirarles a los ojos. Sin apenas darte cuenta de todo lo que ha pasado durante un tiempo, de repente una mañana te levantas y se amontonan los pensamientos en tu cabeza y descubres que sabes cosas que la noche de antes ignorabas. Y la sorpresa es mayúscula y piensas cuando y como has llegado a esas conclusiones que en ese momento son máximas vitales casi.

Algunos lo llaman madurar yo prefiero decir que aprendí. Y si el aprendizaje consciente produce satisfacción, cuando no te das cuenta de que lo estás haciendo, es mágico. Y esa mañana al despertar sientes que por fin has llegado a ese punto en el que no tienes expectativas frente a nada ni nadie. En el que sabes ya que todo lo que llegue será de más, porque tú no esperas nada. Y cuando vives ese momento en el que te sientes bien contigo y con lo que tienes, sabes que a partir de entonces todo lo que llegue serán regalos que la vida te haga.
No confundamos las expectativas con la ilusión, los retos y los sueños. Todos ellos permanecen intactos, pero de una manera diferente. Solo dependen de mi, de nadie más.
Y si en algún momento del camino los comparto, me sentiré feliz. Y si no, lo haré igualmente, porque una mañana de repente me di cuenta que había aprendido a vivir sin expectativas.

jueves, 12 de octubre de 2017

CON JOTA

En nada empezarán a pasar aviones, este año no llueve así que el desfile está garantizado en todo su esplendor. A mí me gustan los que dejan estelas de colores y van a toda leche. Fiuuuu, fiuuuu. Cuando mi hijo era pequeño nos apostábamos en la ventana de la habitación y echábamos el rato. Es lo que tiene vivir en paralelo con la Castellana. Así, sin más detalles esta vez.

¡Como me gustan las onomatopeyas! Es que dicen mucho y las utilizamos poco. Son la esencia de la expresividad.

Con un plas-plas-plas, quiero dar la bienvenida a mi saloncito a ese puñaito de personas que se han unido recientemente a pasar por aquí y compartir ratitos. Pues si, ¿qué pasa? También me gustan los diminutivos, aunque no me pegue mucho. Se llama versatilidad ¿qué?

¿Cuál sería la onomatopeya adecuada para chulería? La jota, sin duda. No hijo no, la de Zaragoza no, la letra jota. Ajjjj, ¡siempre teniendo que explicarlo todo!

Pues no lo sé, puede, pssss. Vaya jilipollez (con j). El caso es que estoy inspirada pero eso nunca es garantía de nada. La verdad es que la inquietud que tengo por empezar a oír a los aviones no me permite concentrarme. Así que voy a entrar mientras en Wallapop a ver si compro una estantería. Está claro que hoy es el día del absurdo. ¿Lo habéis pillao? 

miércoles, 4 de octubre de 2017

DESPUÉS DEL 1 VIENE EL 2

Pues parece que finamente no se terminó el mundo el día 1 de octubre. ¿Es pecado no ver la televisión y leer los periódicos lo justo? Pues padre, me confieso pecadora. ¿Es pecado pensar que tenemos lo que merecemos? Padre, he pecado. ¿Quizá también lo sea defender la coherencia y el diálogo? Padre, ¡que he vuelto a pecar! ¡Esto es un no parar! Vaya latifundio que voy a tener en el infierno si junto estos pecados con otros muchos que tengo por ahí.

Creo que mientras que no peque de intolerante, insolidaria, poco empática, irreflexiva, estúpida y simple; no vamos mal. Claro que al infierno me voy que para eso llevo tiempo currándomelo. A ver si por ser una tía maja me va tocar Alejandro Sanz en vez de Bruce Spriensting ( no sé cómo se escribe y paso se buscarlo. Yo es que le he llamado siempre jefe).

Hoy estoy aburrida. Y eso que la edición del libro ya está en marcha. Solo falta que un tipo majisimo y gran pecador donde los haya remate la portada. ¡Más majo que es él! Uffff

Pues nada querid@s, que juegue Piqué o no en la selección, que el hombre ese con cara de ornitorrinco declare lo que le venga en gana, que tenga que ver a mi equipo jugar contra el Mollerusa, que pase lo que pase. Parece que el mundo no se acaba por más que nosotros nos empeñemos en ello muchas veces.

domingo, 24 de septiembre de 2017

CON LA S DE ... SOSEGAR

Recuerdo que mi profesor de autoescuela me decía que me tomara un copazo de coñac antes de ir al examen. ¡Qué tiempos! Vaya recomendación. Se reía al mirar mi gesto e insistía en que estar tan tranquila era igual de contraproducente que estar demasiado nerviosa.

Cada día sosiego mejor. Y que conste que me ha costado un güevo llegar a desarrollar esta capacidad. Reconozco que la materia prima es buena, pero todo conlleva en esfuerzo.

¿Que no llego a fin de mes? Sosiego. ¿Que no hay manera de que adelgace los cinco kilos que quiero? Sosiego. ¿Que cada día duermo menos? (Ya estoy en cinco horas raspadas a veces!) Pues sosiego. ¿Que no ligo? Ommmm. ¡Esto último es mentira! Jajajaaja. Al final terminamos muchas veces dando las gracias a aquellos que nos han hecho sufrir. Y es que hay situaciones que vivimos que aunque parezcan tremendas; que lo son en el momento, luego nos aportan grandes enseñanzas.

Os recomiendo a todos esta práctica tan valiosa para cienes y cienes (me gusta el palabro) se circunstancias cotidianas. ¿Que me tocas las pelotas? Yo, sosiego. ¿Me vas a amargar tú a mí? Mira, mira que sosegada estoy. ¿Un atasco? Buah, me da hasta la risa.

Esta mañana he conocido a alguien que mientras me enseñaba lo que yo iba a comprar, me ha mirado a los ojos diciendo:

"Me da mucha pena venderlo, tiene un gran valor sentimental para mí, pero me hace falta el dinero. Me quedo tranquila porque te lo llevas tú y eres buena persona. Lo sé."

No es la primera ni la segunda vez que un desconocido me dice esto. Sosegadamente os digo que si, lo soy. E intento serlo cada día un poquito más. Quizá por eso cada vez sosiego mejor. Y ahora mirad hacia dentro, a ver qué veis.

Besos y abrazos. Y en nada la presentación del libro. ¡Pues claro! En realidad ¿a qué he venido yo aquí? ... ; )

lunes, 11 de septiembre de 2017

¿RETOMAMOS?

Parece que el verano va llegando a su fin. Aunque todavía nos queda el veranillo de San Miguel ¿no? Han sido unas vacaciones curiosas las mías este año. He disfrutado de la soledad y de mi hijo. He escrito mucho y me ha gustado. He pensado otro tanto y tomado alguna decisión que otra. Curioso verano.

Me quedan asignaturas pendientes que en ocasiones llegan a atormentarme. Me siguen costando mucho algunas cosas y me produce cierta frustración no ser capaz de lograr el objetivo. Una de ellas es la de ser más fría. He mejorado bastante pero todavía me queda mucho camino.

Pensaréis que es una barbaridad lo que estoy escribiendo, pero os aseguro que no es así. La afectividad termina siendo un lastre, se sufre demasiado y yo estoy cansada. Lo malo es que a pesar de todo no encuentro la manera, intento fijarme en personas inteligentes que tengo a mi alrededor, que encuentro en mi camino o con las que me cruzo en algún momento de mi vida. Lo tengo claro cuando lo veo en los demás, pero luego...

Me cuesta mucho no sentir, o mejor dicho, dejar de hacerlo de un día para otro. No cierro mal los capítulos pero soy incapaz de pasar página así sin más. De romper lazos, de olvidarme de instantes, palabras, miradas... Admiro a quienes lo hacen con tanta facilidad. A quienes se olvidan de todo de un día para otro. ¿Eso se puede hacer? Pues si, se puede. Quizá hasta se debe.

En fin, no quisiera que mi vuelta sonara triste. No lo es. Tampoco mis palabras tienen intención alguna, que nadie se de por aludido. Es una reflexión repetida a lo largo de mi vida muchas veces. Soy intensa, ¿qué le voy hacer?

Bienvenidos a mi reformado salón. El te y el café están al fondo. La cerveza en la nevera. Podéis elegir sentaros en los sillones o en el suelo. Escucharé igual vuestras palabras que vuestros silencios. Nunca os faltará una sonrisa. Me queda mucho, mucho camino hasta lograr esa frialdad que quizá, solo quizá no logre, porqué en realidad no la quiero.

miércoles, 23 de agosto de 2017

GUARDO SILENCIO

El hecho de que no participe, no comparta, no me manifieste en las redes sociales en estos días, no significa que no haya pensado, que me haya abstraído del mundo, del día a día.

Sentí pánico viendo la televisión a los pocos minutos del atentado. Miraba con estupor y escuchaba con incredulidad mientras compartía con mi hijo esa sensación de vértigo ante esa cantidad de afirmaciones imposibles de hacer con el poco tiempo transcurrido.

Me he educado a mí misma e intento hacerlo con Joël dentro del análisis, la reflexión y sin dejarme de hacer siempre cientos de preguntas. Siempre quiero entender un lado y el otro. Y lo que estaba presenciando en aquel momento, las cosas que he leído después y las reacciones producidas, me espantan.

Nos ocupan y preocupan los marcadores de colesterol, azúcar y triglicéridos. Pero quizá deberían de hacerlo también los de reflexión, sosiego y respeto. Nos fastidia cuando escuchamos o leemos que a los españoles nos ven desde fuera siempre vestidos de torero o de gitana. Y nosotros hacemos lo mismo viendo así a todos los musulmanes. No nos paramos a pensar qué lleva a unos chavales a hacer cosas como las que hacen. No nos paramos a pensar nada. Reaccionamos como animales en muchos casos.

Siento miedo, ese que hace que se erice el vello. ¿Qué pasará cuando mi hijo hable de solidaridad, de reflexión, de análisis, de querer entender, de educación, de saber, de personas sin etiquetas en esta sociedad de vísceras? 

La vida no fácil para casi nadie. Y ya no lo será de ninguna de las maneras para aquellos que no estén. Una cosa más, no estarán las personas que murieron en Barcelona, ni las de París, ni las de Bruselas, ni las de Londres. Pero tampoco las que lo han hecho Nigeria, Burkina Faso, Sierra Leona, Congo, Yemen y un largo etcétera. 

Otro día quizá escriba sobre ombligos y geografía.

jueves, 13 de julio de 2017

CERRADO POR DESCANSO DEL PERSONAL

Cierro por reforma durante un tiempo. El justo y necesario para redecorar el saloncito donde me siento a compartir con todo aquel que lo desea esos ratos de reflexión, enfado, diversión...

Las cosas cambian, la vida continúa girando y los espacios deben de adecuarse a las nuevas cincunstancias.

Mientras trabajaré con empeño en lograr uno de mis sueños.

Hasta pronto, espero. No dejéis de sentirlo todo a pesar de que el precio pueda ser elevado. Merece la pena vivir.

Beso con sonrisa 

martes, 11 de julio de 2017

MENTIR ES FÁCIL

Llega la época de los Rodríguez, esa en la que la mujer y los niños se marchan fuera y él se queda solo en casa por trabajo.

Llega la época de vacaciones en la que muchos no tienen con quien marcharse. El momento en el que no apetece irse solo a la playa ni montarse en un bus y hacer un viaje organizado.

Y es ahora cuando las páginas de dating (contactos) hacen su agosto y nunca mejor dicho. ¿No os habéis dado cuenta de que ha aumentado su presencia en los medios?

Temazo ¿eh? Seguro que algunos estáis sorprendidos, otros os lo sabéis ya, pillines. Los primeros os llevarías las manos a la cabeza si conocierais más detalles, seguro.

¡Pero esto es la vida! La cuestión es que la tecnología facilita todo, en ocasiones de una manera vil, pero es así. La necesidad de sexo, afecto, cariño, compañía... Todos tenemos necesidades y cada uno las suplimos como queremos, sabemos o podemos la mayoría de las veces.

Aburrido en casa, te acuerdas de ese amigo divorciado que en más de una ocasión te ha comentado lo bien que se lo pasa conociendo a mujeres y follando cada fin de semana con una diferente (fantasma) y entonces no sin cierto miedo entras en la web, vas poco a poco rellenado campos hasta que se abre el telón y te plantas delante de aquel escenario. No, yo solo voy a echar un vistazo, por ver cómo funciona esto nada más- te dices a ti mismo. Yo no, insistes. Y con cierta calma y ese entusiasmo creciente por minutos, vas mirando fotos, leyendo perfiles, sonriendo unas veces y resoplando otras. Y entonces comienzas a recibir visitas y las devuelves y de pronto, recibes el primer mensaje.
- Hola
- Hola- respondes con nerviosismo
- ¿Qué tal? -te pregunta esa atractiva mujer
- Bien y tú ¿qué tal? -contestas con sonrisa nerviosa
- Bien. ¿Cuanto tiempo hace que estás divorciado? -dice ella
- Dos años- mientes tú

Ya puedes llamar a tu amigo el follini y decirle: ¡tío esto es la hostia! Esa que te llevarás cuando ya no puedas dejar de mentir ni a ti mismo. Y todo por un polvo extra matrimonial, que merecerá la pena seguro. Pero a ver que le dices a la atractiva mujer cuando te proponga ir a cenar el sábado por la noche y tú tengas que estar en el apartamento de la playa sin mirar mucho a tu mujer a los ojos porqué estás convencido de que te lo va a notar. Jajajajajaja. ¡Que fácil es mentir! Con las mentiras se puede llegar lejos, lo difícil es volver.

¿Mi opinión? Pues que si quieres divertirte, diviértete. Que si te apetece transgredir, hazlo. Que si te pide el cuerpo un poco de morbo, le des el capricho. Que la fidelidad como todo el mundo la entiende está sobrevalorada. Que la vida son dos días. Pero no te mientas a ti mismo. Porque ese si será el principio de tu fin.

Y fijaros que he escrito mi opinión y no mi consejo ni nada parecido. No soy yo nadie para juzgar, para decir lo que está bien y lo que no. 
Eso cada uno debe de saberlo y no todos pensamos y vivimos de la misma manera. Tu bien quizá sea mi mal y al contrario.

Este tema da mucho de si, a ver si alguna editorial se decide a publicar mi libro 😜

miércoles, 5 de julio de 2017

INSPIRACIÓN OFF

Estos días estoy poco inspirada. Será el cansancio de un año difícil y raro. Serán las ganas de vacaciones. Será la quietud, el hastío y la necesidad de encefalograma plano por un tiempo.

También puede influir el clima. Siempre me miran como si estuviera loca cuando hago referencia a esto. Pero es verdad, el clima influye mucho. Bueno, me miran así muchas veces y no sólo por eso.

Será que todo, poco a poco y no sin esfuerzo, se está colocando. Será la ilusión que está en época baja. Serán las ganas de gritar y bailar al mismo tiempo. Quizá sean todas esas lagrimas que no salen. Pueden ser los años, que me pesan. El tiempo que no para. Mis manos vacías. Mi mirada perdida. Será que hace mucho, demasiado tiempo que no lloro de risa.

Si, estos días estoy poco inspirada. Tampoco pueden ser todos los días domingo. Y yo necesito de estos días de vez en cuando. Días de mirar hacia dentro, de parar y ver, se sentir dolor por muchas cosas. Días en los que siempre descubro algo nuevo sobre mi.

Pues eso, todo llega y todo pasa. Hasta los días sin inspiración. 

lunes, 26 de junio de 2017

NADA, NO ME PASA NADA

Esta mañana le han mandado un ramo de flores a una compañera mía. ¡Qué bonito, ¿no?! Ni se te ocurra a ti decirme que necesito un novio, ni a ti que un marido, ni a nadie que un polvo. Que ya me lo sé todo. Y frunzo el ceño. Y pongo morritos. Y levanto el dedo. Y os miro con mala leche. Mmmm... Ah! Y la ceja, la derecha, la tengo levantada también.

¿Y a mí porque uno me pasan esas cosas? Vale, ella tiene diez años menos que yo. Si ¿y qué? Yo también he tenido 41 y tampoco. Si es que ya lo dice el refrán, no se puede estar en misa y repicando. Y esto que lo interprete cada uno como quiera o pueda. Yo no tengo ganas de dar más explicaciones.

¡Ay señor! Es difícil el cerebro de una mujer difícil ¿verdad? Y si además es terca, orgullosa, a veces se lía con quién no debe aunque lo haga porque quiere y va de divina. Pues como no va hacer la cosa boom.

¿Y si para otra vida me pido ser simple? Seguro que tampoco. Pues no, no pienso mandármelas yo, que te estoy leyendo el pensamiento mientras lees esto cuando lo leas si es que lo haces.

Y a ti ni te ocurra mandarme un wasap cuando termines de leer preguntándome que me pasa. Pues nada, no me pasa nada. ¿Qué me va a pasar? Que siempre he querido que me mandaran flores buaaaa y nunca lo han hecho. ¡Autosuficiencia de mierda!

Solo os puedo decir que me he reído un rato escribiendo esto. A falta de otra terapia, la risa es una excelente opción ; ) Os quiero a casi todos aunque nunca me hayáis mandado flores. Jajajaja!!

Ah! Y que conste que mi compañera se las merece! : )

viernes, 23 de junio de 2017

TRAZAS DE VIDA

He seguido aprendiendo, creciendo como persona y como mujer.
Me siguen quedando preguntas sin responder, recuerdos dolorosos, otros tiernos, otros que me producen incluso algo de pudor, del poco que tengo a estas alturas. Tengo una mochila preciosa llena de charlas, miradas, risas, seducción, sexo, coqueteo, placer, insinuaciones, algún mosqueo y muchos besos, muchos.

Mi corazón se ha llenado inmensamente en este tiempo. He dado amor y lo he recibido de muchas maneras. He sido feliz, porque algunos de estos hombres han logrado que lo fuera cuando estaba junto a ellos. 

He probado posturas indescriptibles en la cama y fuera de ella y mis orgasmos ya no son siempre iguales. He aprendido que el sexo por el sexo no es nada malo, al contrario. Creo que es un síntoma de liberación mental y física. La única condición es que divierta. He tenido mucho, más de lo imaginable, unas veces me ha gustado y otras menos, pero siempre ha sido elegido libremente.

He llegado hasta aquí sintiéndome bien, plena, con mi honestidad creo que intacta. He sido sincera con ellos y lo que es siempre importante para mí, conmigo misma. He sabido parar cuando veía cerca el abismo y me he lanzado a tumba abierta cuando mi corazón y mi instinto así lo han decidido. No me arrepiento de nada de lo vivido y puedo decir con seguridad que lo volvería a repetir.

Sonrío y pienso que seguiré dejando que todo fluya. La vida está llena de intersecciones, estas son algunas de las vividas por mí. De aquí en adelante, VIVIR sigue siendola consigna.

(Pequeño aperitivo del libro que espero pronto poder publicar)

sábado, 17 de junio de 2017

ENTRE EL QUERER Y EL DEBER

Siempre estamos debatiéndonos. Entre la falda  y el pantalón, entre la melena o el pelo corto, me lo dejo rizado o me lo peino liso. Me quito la barba o la dejo crecer, voy a lavar el coche o me tomo una caña. Ahora mismo no se me ocurren más cosas en las se pueda debatir un tío. Lo tengo claro, ¡yo en otra vida quiero ser Manuel! Jajaja.

Me pongo los tacones o voy en bailarinas, llevo bolso pequeño o arramplo con el grande. Le llamo o le mando un mensaje. Debo de comer una ensalada o me aprieto un bocata. Hago lo que debo o me dejo llevar por lo que quiero. Tremenda putada, casi nunca coinciden, claro.

¡Qué agotamiento! Y todo para que al final el cosmos de los güevos haga lo que le de la gana. Nos ponga, nos quite, nos mueva, nos oculte o nos muestre. Nos haga coincidir para después separnos. Se ría de nosotros mientras nos debatimos entre el querer y el deber. ¡Vaya segunda conjugación de mierda!

Releo y para haber dormido relativamente bien y haber desayunado con gusto, parece que estoy pelin correosa ¿no? Pues no, no lo estoy. Lo que estoy es hasta ahí mismo, es decir, hasta el gorro, de los debates. Sobre todo de los internos. A ver, se agota una de ser parte y contra parte.

¡Con lo fácil que sería ser rubia! Me habéis entendido rubias, así que no os mosqueeis.

Pero no, aunque sea castaña me siento muy pelirroja. ¡Hala venga! Llega es spich (no sé si escribe así, pero no pienso mirarlo en google) de rebelde con causa y sin ella en muchas ocasiones. ¿Porqué? Pues por qué soy toca pelotas por naturaleza. ¿Y? Mira en eso no me debato. Me voy a la peluquería que se me está yendo el color. Así que seguiré después y recién teñida. ¡A agarrarse los machos, que voy a repartir!

Pues después de debatirme entre salir ahora de casa y pasar, he hecho lo que quería. Volver a tumbarme en el sofá y seguir escribiendo. ¡Que carácter!

Así que lo siento queridos pero hoy no reparto. Total, hubiera sido una lucha entre el querer decir y el deber de callarme. Y con este calor vaya usted a saber lo que hubiera salido.

¿Qué hacemos entonces? Lo que queremos o lo que debemos. Buena pregunta ¿verdad? Mi reino por la respuesta correcta. Claro que ... Ya estoy debatiendo de nuevo. ¿Y si me acuesto otra vez?

miércoles, 14 de junio de 2017

¡GIRA EL MUNDO, GIRA!

De vez en cuando releo alguna entrada de cuando empecé con esto del blog. ¡Flojas, muy flojas! No ya por la intención y el contenido sino por la forma. ¡He mejorado un montón escribiendo! Y sin cursos ni nada, que quede claro. Autodidacta debería de ser mi tercer apellido. Sigo sin reposar el texto, eso sí. A saco como siempre, me gusta hacerlo así y como no me presento a ningún renombrado premio, pues ya está.

Me interesa que os apetezca entrar a leer, que sonriáis al hacerlo, que os sintáis identificados a veces y comprendidos otras. Me importa que leáis entre líneas, que os haga pensar, que os sorprenda y se os haga corto lo escrito. Si está mejor o peor, si falta algún acento o sobre algún punto, me da igual. La vida es imperfecta y eso la hace ser sublime. Cuando digo o escribo esta palabra, sublime, entorno los ojos casi de manera lujuriosa... ¡Qué cosas!

¡Y como pasa el tiempo! Esto ha quedado pelin abuelete, pero es así. Cuatro años hace ya de unas cuantas cosas. Tres de otras, dos de alguna, uno de esa. ¡Que vida la mía!

Me he quedado atascada. ¿Cómo sigo ahora? 
Pienso en Camus y en poner algo de lo que escribió, me viene a la cabeza Sampedro al que mencioné hace poco. Quizá quedaría bien ahora citar a Bukowski. ¿Alguna frase de Hannah Arendt y su banalidad del mal? ¿Simone Weil? ¿Algún retazo de un poema de Gil de Biedma? ¿Y si pongo una de las frases lapidarias de El Quijote? Lo dejo aquí que me me estoy viniendo arriba.

Se aceptan sugerencias. ¿Cómo seguirías tú? 

¡Qué vida la mía! ...

sábado, 10 de junio de 2017

QUE SUENE LA MÚSICA

Dicen que hay canciones que al escucharlas se convierten en personas. También dicen que aquellas que más escuchas o te gustan, en realidad son la historia de tu vida. Esto creo que me lo acabo de inventar, pero ha quedado bien.

A veces me pregunto el motivo por el cual la música resulta imprescindible en mi vida. Nunca he sido una gran melómana, siempre me ha costado escuchar un disco completo por mucho que me gustara el cantante. Sin embargo, no puedo vivir sin música. Y al decirlo, al escribir la palabra, siento un leve escalofrío de esos que hacen que se llene el pecho de aire y casi cueste respirar durante un segundo.

En este punto debo de hacer referencia de nuevo a mi sofá. ¡Es que es un lujo! Y a la ventana de mi salón por donde ahora mismo entra el sol y me permite tener una de esas sensaciones que no tienen precio. Silencio fuera, algún pájaro saluda y algún ruido de cubos de basura recogiéndose. Poco más en una mañana en la que me he levantado muy temprano y el café me ha sabido especialmente rico.

Volviendo a la música. Últimamente escucho mucho esta https://youtu.be/mTZMjlDQzuI . No entiendo muy bien porqué hay canciones que de pronto tengo la necesidad de escuchar una y otra vez. En este caso, son unos segundos de piano que no dejan de parecerme sublimes.

Este es otro ejemplo de esas canciones que siempre aparecen https://youtu.be/QYEC4TZsy-Y. Y sin entender inglés. Eso tiene más mérito, me refiero a la canción obviamente.

Y termino este detalle musical (cursilería total). ¡Qué raro todo!
Con una de las que me hace subir el volumen hasta los puntos rojos y gozar. https://youtu.be/wTP2RUD_cL0

¡Estupendísimo fin de week!

miércoles, 7 de junio de 2017

¿QUÉ QUIÉN SOY? PUES YO, ANA.

Cuando era pequeña; lo primero que quise ser de mayor fue maestra. Ponía mis muñecos en fila y les daba unas clases magistrales, aunque lo que me molaba de verdad era regañarles porque hablaban y castigarles mirando a la pared. Luego pasé a coger un lápiz a modo de micrófono y con mi tocadiscos chulísimo sobre el escritorio, soñé con ser cantante. Más tarde me dió porque quería ser geo. Si, el corrector no ha sido, lo he escrito yo, geo. Pero pensar en subir por paredes escarpadas me desanimó mucho. Pasé también por directora de orquesta, reportera de guerra, locutora de radio, actriz, filosofa y con 16 años decidí que quería ser funcionaria. Del Estado, eso sí. Yo siempre a lo grande.

Algunos años más tarde miré hacia atrás y me di cuenta de que no era nada de lo que había deseado e imaginado que sería. Estaréis pensado donde quiero llegar. Pues no penséis tanto que ni yo lo sé ahora mismo.

Y ahora, en este momento de miércoles relajado me doy cuenta de que en realidad he sido todo aquello. Porque en algún momento de mi vida asi lo viví y lo sentí. ¿Qué es lo que quiero decir? Pues que no vivimos solo una vida, que cada momento, cada instante, cada experiencia y cada deseo nos hace ser alguien diferente. Que no somos solo Ana, María, Pedro, Luis, Lucía, Javier, Antonio o cualquier nombre inventado. Que como digo siempre el libro de nuestra vida al final del camino debe de ser enorme, con miles páginas escritas, dibujadas, subrayadas... Que releer no debe de avergonzarnos ni hacer que nos arrepintamos de nada. Debe de hacernos sonreír, emocionarnos y sentir. 

No soy nada de todo aquello. He llegado hasta aquí conservando siempre ilusiones, deseos, teniendo anhelos, llorando mucho en ocasiones y riendo otro tanto. Sin pudor a querer, a mirar a los ojos y hablar. Con miedo que siempre se ha contrarrestado con valentía.

Soy yo, Ana. Muy Ana como ya escribí en una ocasión. Una Ana llena de caminos, bifurcaciones, atajos, callejones sin salida, praderas soleadas, paseos placenteros, soportales lluviosos y mar.

En realidad, creo que sigo siendo aquella niña tumbada en el suelo de su habitación llenando hojas de palabras escritas en forma de poemas. Creo que sigo siendo la de siempre, con algunas cicatrices, desengaños, kilómetros de amor, alguna arruga en el alma, más sabiduría, conservando la inocencia, habiendo aprendido del dolor y vivido instantes de felicidad. Esa soy yo, Ana.

domingo, 4 de junio de 2017

LA VIDA SIGUE

Es una de las frases que más utilizamos en todo tipo de circunstancias ¿verdad? La vida sigue. Curiosamente al decirla nuestro gesto suele ser de resignación. Pocas veces es de "me pongo el mundo por montera" y que se prepare la vida que allá voy.

No sé si me explico.

Tengo diez minutos para explicarlo antes de empezar a prepararme y bajarme al Retiro dando un paseo, llegar a la caseta 330 y ver a un tipo estupendo al que considero un amigo, firmando ejemplares de su libro. Un tipo que un día dijo la vida sigue. Y lo hizo con valentía.

Ya me quedan solo seis y estoy algo atascada frente a un puñado de ideas que se pelean por convertirse en palabras.

No sé si mi gesto es de resignación, tristeza, rabia, impotencia o rebeldía. No me gusta una mierda esa frase con regusto a fracaso y conformismo. Me he pasado ya un minuto y me estoy poniendo tensa porque soy una jodida histérica de la puntualidad.

Sigue, si. Y me pregunto si me gusta como lo hace. Y la respuesta es no. Y me toca las pelotas. Y ahora iría un "pero..." Pues no me da la gana ponerlo.

Y la mía sigue como la de todos. Solo espero que nunca deje de tocar las narices ya entonces tendría que poner esa cara de resignación y no estoy por la labor.

Dioss, ocho minutos más de lo previsto. Os dejo, que después de ducharme y ponerme mona, ponerse al mundo por montera lleva su tiempo. No olvidéis que la vida sigue como tú quieras que lo haga ; )

jueves, 25 de mayo de 2017

DESPUÉS DE LA MOÑA, LA CAÑA

Si, soy más yo. Más caña que moña. Así que vamos a darle un poquito a la inspiración. No tengo nada más que pensar en sudor y viene sola. ¡Qué cosas! ¿Porqué me gustará a mi tanto esta expresión? Eso mejor lo dejamos para otro momento.

Hablábamos de sudor, de lo que la palabra en si evoca. El otro día quedé con una amiga que hacía tiempo que no veía. Después de estar esperándola más de veinte minutos; siempre llega tarde, nos dimos un abrazo de esos que pesan y un montón de besos. Nos queremos mucho pero nos vemos poco. ¿Qué tal todo? Le pregunté. Carcajada que anunciaba una noche divertida y llena de noticias. Bien, bien. Me respondió. Pues venga cuenta, le dije yo.

Hace un par de meses conocí a un tío. Empezamos a chatear y quedamos en Chueca. Me dijo que para que nos sintiéramos cómodos, al encontrarnos nos diéramos un pico.

Yo no parpadeaba. Estas son las historias que a mí me dejan callada. Sigue, le pedí con gesto de ruego.

Pues nada, llegué a la puerta de San Antón, del mercado, y allí estaba. Joder tía, estaba muy bueno. No era muy alto, pelo así canosito, un pequeño flequillo, con barbita muy corta, muy mono vestido. Con un jersey anudado en la cadera y unas gafas que le daban un toque guay. Y nos dimos el pico.

Yo la miro y pienso "¡qué cabrona!". Nunca se liga a uno feo la tía.

Subimos a la terraza y nos tomamos un par de cervezas mientras íbamos cogiendonos la medida. (Y suelta una carcajada la muy ... que me deja muerta sabiendo lo que vendrá después).

Nos fuimos luego a un bareto. El tío súper majo e inteligente, me molaba. Estábamos sentados uno frente al otro en la barra en un par de taburetes y a la segunda caña, se acerca y me besa. (Y vuelve a reírse mientras me lo cuenta de esa manera que tanta rabia y envidia insana me produce).

Besaba de puta madre tia. Me ponía un montón. Ahí estuvimos un par de cañas más, otros tantos besos y metiéndonos un poco mano mientras hablábamos al mismo tiempo de lo humano y lo divino.

¿Metiendoos mano en la barra del bareto? Calla, calla. Me contesta. Eso no es lo más fuerte. Y de nuevo esa risa que comienza a irritarme.

Me dice que si nos vamos a otro sitio, le digo que vale, salimos a la calle y empieza a tocarme el culo. Todo esto como si nada, vamos que nosotros seguíamos hablando de las sinergías con gesto concentrado y serio. Entramos en otro sitio donde había una pequeña barra a la izquierda y alrededor unas cuantas mesas. Un sitio pequeño y lleno de gente. Nos pusimos en la barra a mirar que poder pedir para picar. Él se pegó mucho a mi y mientras mirábamos el tablón que había detrás del camarero que esperaba a que nos decidiéramos, va y me desabrocha el botón del pantalón.

Espera, la interrumpo. ¿Me estás diciendo que allí en medio, en mitad del local y con toda la gente alrededor, te saca el botón? Si tía, como te lo cuento. Me responde mi amiga con todo su cuajo. El camarero fliparia, claro. Le digo yo.

Los camareros fliparon cuando una vez que habíamos pedido y mientras esperábamos, empezamos a besarnos, pero a besarnos y él metió la mano dentro de mi pantalón, llegando hasta donde quería, claro!!

Abro muchos los ojos y le pregunto: ¿me estás diciendo que te masturbó en medio del garito?

Mas o menos, tampoco se podía. Estábamos de pie en la barra. Sacó su mano y llevo los dedos a su boca chupándoselos y mirándome fijamente.

¡Habría mogollón de gente! Qué va, me contesta, estaban en las mesas. En la barra no había casi nadie.

Mi amiga se descojona, yo alucino. Y sigue contándome.

Claro, imagínate la escenita. Yo solo veía a los camareros, pero supongo que estábamos siendo la atracción del local entero. Cuando nos pusieron las cosas nos fuimos hacia una mesa alta que se había quedado libre. Y cuando me apoyé en la silla él se pegó a mí y seguimos besándonos. Entonces (mi amiga empieza a reírse mucho) pasa un camarero y le dice a otro "atención, empieza la segunda parte".

Que conste que no estábamos pedo; me dice. Teníamos un puntillo, ese que hace que te deshinibas de todo. A todo esto la conversación no cesaba, nosotros seguíamos hablando tan normal cuando dejábamos la lujuria. Me propuso entonces bajar al baño. Él lo haría primero y después yo. Y así lo hicimos.

¿Follasteis en el baño? Bueno, yo le hice una mamada rapidita y él me la metió un poco por detrás. Era un baño muy pequeño, no había mucho margen de maniobra. ¡Joooder! contesto yo. Llegados a este punto de la historia no me sale decir otra cosa.

Subimos a la mesa y me dijo al oído: "vamos a buscar un hotel". Nos fuimos a un hotel que estaba cerca y mientras él hacía el chek-in yo me fui a un chino que estaba al lado a pillar unas cervezas.

No sé si quiero que me cuentes lo que pasó después, me lo puedo imaginar. Le dije.

Ufff, me contesta con cara de vicio mi amiga. Fue salvaje, tía. ¡Qué manera de follar! Ni te imaginas. Estábamos en la cama, se levanta y me dice que vaya con él al baño, quería hacer pis. Entonces me pide que se la sujete mientras lo hace y se la menee despacio al mismo tiempo. Mientras él metió sus dedos en mi vagina sin dejar de comernos las bocas. Volvimos a la cama y recorrió todo mi cuerpo con su lengua sin dejarse ni un milímetro, no sabía yo que tenía tantos rincones ocultos sobre todo de cintura para abajo. ¡Que manera de ocupar el 1.50! Ni un resquicio de cama quedó sin deshacer. No tengo ni idea las horas que estuvimos follando, al final nos quedamos dormidos. A la mañana siguiente nos dimos una ducha, nos tomamos un café en un sitio cercano y nos despedimos.

¿Y? Le pregunto. Y nada tía, no nos volvimos a ver. ¿Por qué? le pregunto. No lo sé, supongo que hay historias que son así. Que no dan para más que una noche de sexo salvaje. Historias en las que en el fondo has dado más de lo que crees, te has quedado tan al desnudo que no deben de tener más partes. Son esas historias que nunca olvidarás por la intensidad del momento, esas en las que te sientes incluso otra persona, en las que la fantasía ha prevalecido frente a la realidad. Esas historias que han hecho que te sientas vivo, que disfrutes del instinto. Esas de cerveza y sudor sin más.

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