Como cada día desde hace meses, hoy también me he propuesto olvidarte. Hoy
también he llorado pensando que te quiero y que eso no me lleva a nada más que
a seguir sufriendo por un sueño, por una ilusión que no consigo amarrar, como
él me decía.
Como cada día desde hace meses, hoy también he escuchado esa canción
que se convierte en ti cuando la oigo, he leído una vez más tus mensajes y he
mirado tu foto entre sonrisas pensando por qué.
Como cada día me he preguntado por qué no lo logro, por qué no consigo
olvidarte, por qué no pongo de una vez para siempre ese punto y final a esta
historia. He vuelto a pasar por mi cabeza la película de nuestro último
encuentro, del primero y de los del medio. He vuelto a pensar en ti, con la
seguridad de que tú no lo haces en mí.
Como cada día desde hace meses, hoy también te he querido, de esa
manera que tú me has enseñado, que me regalas cuando estamos juntos y que tanto
daño me hace cuando estamos separados.
Como cada día... hoy también te echo de menos.
Y tan sólo me pregunto en este atardecer de otoño, si las cosas son
difíciles a veces por qué nosotros las hacemos así o son ellas las que tienen
esos caprichos tontos.
Tan solo me pregunto en este instante en el que el día va tornándose
oscuro, por qué siento tanto y de manera tan intensa la vida. Por qué me ha
tocado a mí llorar y sonreír tantas veces al mismo tiempo.
Tan solo me pregunto bajo este cielo todavía azul si seré capaz de
amar de nuevo, si tú podrás hacerlo al fin, si sentiré algún día ese escalofrío
que recorre el alma cuando sabes que eres tú y nadie más.
Tan solo me pregunto en estos seis minutos de música que tanto placer
me traen si alguna vez llegará el momento de perderme en tus ojos, entre tus
manos, dentro de tu corazón, y no regresar jamás.
Noviembre 2014