domingo, 19 de octubre de 2014

ES POSIBLE

Resuena en la habitación nuestro último jadeo y me acaricias la cara sin mirarme, preguntándome que me pasa... ¿Qué me pasa? te contesto con la mirada recorriendo el techo de la habitación. Me pasa que estoy cansada...

Cansada de mirar y no ver
De buscar sin encontrar
Cansada de querer y no sentir
De escuchar sin oír
Cansada de leer y no saber

Estoy cansada mi vida, te respondo cerrando los ojos y apretándolos fuerte para no llorar. Tu mano coge la mía y me aprietas fuerte. Pero no siento que estés conmigo. Hoy, ahora si, pero ¿y ayer? y ¿la semana pasada?¿Qué haré mañana cuando necesite ese mano tuya?

Me levanto de la cama y voy al baño, el espejo que ocupa toda la pared me recibe con maldad, esa que tienen los baños de las habitaciones de hotel, esos tan grandes que al mirarte te sientes pequeña, perdida en una inmensidad, miras y ves tantas caras que por allí han debido de pasar... Esos en los que apenas te miras un segundo y retiras de allí los ojos para no poder ver lo que no quieres.

Cojo el vaso que está al lado del grifo, junto a los tubitos de gel y shampoo. Lo lleno de agua hasta la mitad y salgo buscando el tabaco. Ya me has encendido un cigarro, te sonrío y te beso mientras te doy las gracias. Tumbada junto a ti, respiro hondo y pienso que no debo de ir más allá. Besas mi sien, juegas con mi pelo y escucho de tu boca un Te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LO MÁS LEÍDO