- ¿Qué te pasa en la rodilla? pregunta al chino una señora de unos 70 años al entrar.
- Si, rodilla. Contesta él mientras sonríe.
- ¿Te has caído? Insiste la mujer preocupada.
- No, caer no. No sé qué pasa, mucho dolor.
- Cómprate en la farmacia Voltaron Forte. Gel, es muy bueno.
- Si, gel. ¿Bueno? Vale, yo después farmacia comprar.
- Si quieres te lo escribo luego.
No me digáis que no es entrañable. Sobre todo por como ella grita. Que manía, ¡¡¡que son extranjeros no sordos!!! Al final el chino le ha dicho que su dolor era del frío. Él salir calle, poner pantalones. Me he quedado atenta, pero se ha puesto su delantal de trabajo para teñir a la mujer y no ha seguido. ¿Que tendrán sus pantalones?
Mientras, otra mujer se empeña en que la china que le está haciendo las manos entienda el doble significado de la palabra padrastro. Y la china le dice:
- Si, si. Padasto. Si, yo sé
La mujer después de insistir un par de veces y darse de cuenta del poco interés de esta, decide preguntarle al chino por su pierna ya que él sin duda da mucho más juego.
¡Qué mundo este! A estos sitios suelen venir señoras mayores; no quiero chistes. Ellas pagan mucho menos que en las peluquerías españolas, los chinos ganan dinero, ellas se enrollan a la hora de pagar contándoles cosas que los chinos no entienden pero sonríen y les dicen a todo que si mientras repiten una y otra vez "muy guapa tú. Muy bien". Y todos contentos.
Estos trueques de afectividad por dinero la verdad es que están bien. No hacen daño a nadie, son limpios y claros y Hacienda no se mete en nada. Ellos se dicen cosas en chino que ni dios entiende, pero como se ríen ... Y seguro que lo están haciendo de las señoras a las cuales no entienden ni papa. Pero que más da si todos quedan contentos.
Yo mientras estoy en un sin vivir porque hoy me está peinando el nuevo y me da que no me va a gustar.
No esperéis mucho más. Que ya he terminado. Que era un chascarrillo, por aquello de dosificar la intensidad! Me voy a Lavapies a tomar tercios con el tipo con el que mejor me saben. Disfruten ustedes el domingo que aunque haga un frío de cagar polos, como decía un colega mío. Hace sol y el día de hoy no vuelve. Besos y abrazos. Los primeros para ellos, por supuesto. Y los segundos también.
Ah! Y no dejéis de ir a una peluquería de chinos alguna vez, aunque suelan ir señoras de edad. ¡Que denostado está eso de aprender de nuestros mayores...!