martes, 4 de febrero de 2014

EL DÍA DE ...


Ayer fue el día en el que María comenzaba su séptimo ciclo de quimioterapia. Hoy es el día en el que Luisa y Pedro se turnan para esperar a la terapeuta de su hija y luego llevarla al centro donde feliz pasa su día. Mañana será el día en el que Manuel comience la nueva medicación con la esperanza de que esta vez haga algo. Después llegarán los días de Rosa, Elvira, Mari Carmen, Ricardo, Luis… y del pequeño Saúl al que quizá mañana le llegará por fin esa familia de acogida que tanto desea.


Todos los días hay alguien que sufre, llora y muere. Alguien que consigue fuerzas para esbozar una sonrisa, alguien que tiene una palabra de ánimo para otro o para si mismo. Todos los días son internacionales, todos los días son especiales, todos los días se lucha y se va hacia delante o hacia atrás también.


Y cada uno de esos días tiene, debe de ser especial para todos. No puedo, no soporto los “días de…” Entiendo que son una manera de llamar la atención, que en parte son necesarios, dicen. Pero me entristece que haya que hacerlo de esta manera y que no nos llame la atención a todos a diario.


Como casi todo el mundo, tengo a mi alrededor enfermedades, comunes unas,de las denominadas raras otras. Hay situaciones familiares difíciles, hay niños injustamente tratados por la vida. Pero laenfermedad que más me asusta es la de la costumbre. Esa que nos hace costra en el corazón y amuralla el alma. No permitáis, no dejéis que todo se convierta, se quede en el día de… Cada hora, cada minuto hay que recordar, hay que hablar, hay que sentir, hay que aceptar y vivir.


Hagamos que todos sean los días de…  la sensibilidad, del amor, de la empatía, del llanto, del enfado, de la sonrisa, del abatimiento, del recuerdo, de la esperanza, de la ira, de la amistad, de la VIDA. Todos son días que tenemos, que debemos de vivir, por nosotros y por todos ellos. Día a día, todos.

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