Y ¿qué os cuento? Pues que todo lo que sube, baja. Que todo lo que entra, sale. Que todo llega y todo pasa. Que solo depende de nosotros que pase sin pena ni gloria o lo haga con risas y amor. ¡Mira que es bonita la palabra! Si, ya sé que últimamente estoy pesadita con eso de las palabras bonitas. Me da igual, ¡¡al que lo no guste que salte la frase!!
Es que cuando estoy constipada me vuelvo algo intolerante y llevo ya tres dias congestionada y estoy hasta el gorro. Yo no me pongo mala nunca, soy mala a veces eso sí. Y mal, lo que se dice mal, tampoco estoy. Resumo esto que lo he escrito muy rápido. Me duele la cabeza; lo que no me impide realizar ninguna actividad, pero ninguna. No puedo respirar bien; aunque soy capaz de percibir lo bien que huele mi colonia. Me lloran los ojos y lo aprovecho para que se limpien las lentillas. Estornudo como un animal y me río cuando lo hago porque me pica la nariz y me hace gracia.
Hace tiempo le hice una promesa a mi hijo. Dejaría de fumar cuando llegara el día. Esta mañana he comprado el último paquete de tabaco. El día llegó y a partir de aquí seré yo la que decida cómo continuar.
Y tengo la impresión de que lo haré con palabras bonitas, sinceras y sin complicarme la vida demasiado. Que a estas alturas los farolillos prefiero verlos en un orgasmo. Los ruidos que sean canciones que me hagan bailar. Los bollos con chocolate. Y a vivir que son dos dias. Como digo siempre, el que quiera estar que lo haga y el que no buen viaje. Non stop por nada ni por nadie. Así que súbete a mi moto y vamos a dar la vuelta al mundo.
Pues para no saber que escribir, no ha quedado mal del todo ¿verdad? Es que soy maja, maja. No me extraña que caiga bien.
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