sábado, 15 de abril de 2017

¡MOLA!

¡Que cantidad de cosas dejamos de hacer por miedo! Y qué tontos somos por permitirle ganar. Hace poco conseguí romper con eso, me enfrenté a él con esa inconsciencia que me caracteriza en ocasiones. Lo recomiendo fervientemente. Ser inconsciente, me refiero.

Tenemos miedo al ridiculo, a dejar al descubierto nuestros sentimientos, al fracaso, al rechazo, a perder y al qué dirán. ¡Vaya coñazo! Llevamos una vida de opresión autoimpuesta que no sé cómo nos da tiempo a disfrutar de algo con libertad.

Lo hice, después de mucho tiempo haciéndome preguntas, decidí pasar a la acción y sin ningún miedo le di al botón. ¡Hasta ha quedado bonito! Después de un par de días acepté por fin muchas cosas que aunque ya sabía no tenía interiozadas por más de un motivo. Sonreí y me dije: "Ole tus pelotas, Anita".

No voy a explicar nada más, tampoco es relevante. Lo que quería deciros hoy es que seáis maravillosamente inconscientes de vez en cuando. Que disfrutéis de esa sensación de "como mola la vida y como molo yo". Hacedlo, lo que os pida el cuerpo en ese momento, no tengáis miedo. Sea cual sea el resultado, el chute de adrenalina merece la pena.

Si sale como uno quiere, redondo. Si no, saldrá cuadrado, ¿y?. De cualquier manera quizá como yo, logréis más de una respuesta. Es posible que os genere más dudas. Lo mismo reís o termináis llorando ¿Y que más da? Habréis sido esencia y eso siempre merece la pena.

1 comentario:

  1. Bravo,
    Enhorabuena Anita ����������������

    ResponderEliminar

LO MÁS LEÍDO