miércoles, 9 de octubre de 2013

CUANDO NO EXISTE EL CONSUELO




Cómo consolar a ese niño que se cae por primera vez de su bici y que le duele más el susto que la herida en la rodilla. Cómo consolar a ese hombre al que ya le cuesta trabajo orinar y siente la impotencia en todos los miembros de su cuerpo. Cómo consolar a esa mujer a la que le pesan ya tanto los años que no se explica como no tiene ganas ni de salir a la puerta de la calle… Con lo que ella ha sido!


Y cómo consuelo yo queridos, a mi amiga, mi hermana. Cómo le digo que tiene que volver a ser fuerte cuando nunca ha dejado de serlo. Cómo le digo que hay que ir día a día cuando nunca ha dejado de hacerlo. Cómo le digo que nunca se sabe, que lo principal es saber lo que hay. Que no piense que va a ser como la otra vez… ¿Cómo?


No sé, coño, no sé como. Palabras, sólo palabras que pierden el sentido cuando la historia se repite. Y es que hay personas cuya capacidad de sufrimiento está por encima de la media.


Lo que si sé es te quiero hasta el infinito y vuelta amiga. Que las circunstancias de la vida, benditas ellas esta vez, han hecho que estemos más cerca en esa distancia que en realidad nunca ha existido. Lo que si sé es que estoy contigo con todo mi alma, como siempre.


1 comentario:

  1. Es difícil consolar con palabras en una situación así pero yo sé que lo harás con tu fuerza y tu gran corazón . Un besazo enorme para las dos

    ResponderEliminar

LO MÁS LEÍDO