Pues hablemos, será que yo tengo reparo en hablar de cualquier cosa!! ¿Hoy toca el amor? Pues venga. ¿Quién empieza? Vaya, parece que nos encontramos con el primer escollo. Ya veo que este es un tema de tirar la piedra y esconder la mano ¿no?
¡¡Qué ganas tengo de enamorarme!! Dicen algunos con cara de entre medio tolis y medio salidos. No neguemos que el amor va íntimamente relacionado con el sexo. Cuando en una relación escasea éste ya entran las dudas de si estarás dejando de sentir amor por tu pareja. De repente un par de polvos seguidos y parece que te sientes más enamorado que el primer día. Entonces, los que tienen ganas de enamorarse, para que me quede claro, lo que en realidad quieren es follar, ¿no?
Vamos a por más ... ¡¡No te enamores!! Estos son muy buenos, sin duda. Con una gran dosis de ironía primero te dicen lo que tienes o no tienes que hacer. Porqué si lo hiciera sería problema mío en todo caso y además ... A lo mejor, solo a lo mejor, lo que deberían de hacer es no intentar hacerlo. Es decir, si ellos no intentasen enamorarte, no sería necesario que luego te dijeran que no lo hicieras. ¿No?
Hay más ... ¡¡No hay manera de que me enamore!! Estos son los casos que no se enamoran porque son tan desgraciados que no encuentran a la persona perfecta. Esa que tenga la altura idónea, los ojos del color adecuado, el mentón en el sitio perfecto, el color de pelo y el largo ideales para todo tipo de vestidos, el coche de ese color que va con todo, esa dentadura blanca y reluciente y generosidad, muuucha generosidad. Y a mí me da mucho palo, gente que solo quiere eso, amor y que los pobres con lo fácil que es no sean capaces de enamorarse. Porque lo que quieren es solo eso. ¿No?
Están también los que se enamoran a cada paso... Conocen a alguien y toma!!! Ya están locos por su chico/a, le hablan de él a todos sus colegas, elevan el tono de voz en el trabajo para que todas sus compañeras se enteren. Esas que no se enamoran, de las que nadie se enamora o a las que no les dejan hacerlo... Y así demostrar que si se puede. Dos, tres meses y solo se escuchan susurros ya, cuando de pronto su nuevo chico es maravilloso y está súper feliz. También lo entiendo, que carajo!!! Estamos hablando de amor ¿no?
Y luego estamos todos los demás, a los que nos cuesta un güevo porque primero no es tan fácil, segundo ya sabemos lo que es eso y no estamos por la labor de repetir, tercero que elegimos casi siempre mal, y cuarto que no último, no nos da la gana que nos digan cuándo, dónde y de quién.
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