Vicent habla hoy de la culpa, de la soberbia, del juicio. De no pararse y mirar dentro de uno mismo. De aquel que creyéndose puro lanzó la piedra a aquella mujer adúltera mientras los demás la dejaban en el suelo al escuchar aquello de "quien esté libre de pecado que tire la primera piedra".
Esto lo decimos ya tan a menudo que hemos hecho que pierda el sentido.
¿Y quién no peca en esta vida? ¿Y qué es exactamente eso de pecar? ¿Quienes somos para decidir si nuestro pecado es menor que el de otro?
Confieso que soy una pecadora y lo hago menos de lo que debería, seguro. Y me importa una mierda como valoren los demás el grado de mis pecados. No soy perfecta, ni pretendo serlo. Me contradigo en ocasiones, provoco y pienso mal a veces. Tengo deseos feos e impuros, hago cosas a escondidas y disfruto. Manipulo, utilizo mi poder y respondo con soberbia conociendo el efecto que eso provoca. Me cagoentó cuando las cosas no salen como yo quiero y deseo al marido de la prójima. Así que me guardo la piedra en mi precioso bolso, me trago el sapo de falsa moral, me pongo los tacones y me voy de cañas queridos. Pero yo, confieso. Ea!
No hay comentarios:
Publicar un comentario