domingo, 12 de febrero de 2017

DÍAS DE AMOR Y LLUVIA

Hace unos días me preguntaban si me había enamorado muchas veces. Me quedé callada, pensando. Pensando en que era mejor esperar un par de segundos para contestar. Y lo hice:

   - No. Es más, tengo mis dudas de si lo he hecho alguna vez.

Mi interlocutor se quedó algo sorprendido aunque disimuló bien. Y continué:

   - Al igual que tengo mis dudas de que alguien se haya enamorado de mi alguna vez.

De manera automática abrió sus ojos y la sorpresa de antes no fue la de ahora.

   - ¿Cómo puedes decir eso? ¡Tú no lo sabes!
   - Lo sé, le contesté con sonrisa irónica.

¿Voy a escribir sobre el amor a unos pocos días del 14 de febrero? Estoy perdiendo mucho. Será la edad.

¡Ay, el amor! Que terrible mentira. Buf, no sé si seguir, no he empezado nada bien ¿no? Hace tanto tiempo que no le digo a nadie te quiero... El de amor, me refiero. Porque no es lo mismo un te quiero que un te quiero mucho. Ahhh!! El segundo se le puede decir a mucha gente. Hay cariño, afecto, complicidad. Nada que ver con el otro que va sin ese mucho. Dadle una vuelta, veréis como tengo razón. Estas cosas me llevan a mí tiempo de reflexión, no vayáis a pensar que me salen así, a lo loco. Son conclusiones a las que llego después de un concienzudo análisis de la realidad. Jajaja!! Pues no. Pero no ha quedado mal.

Aceptar que quizá nunca has estado enamorada, eso sí que es más complicado. Sobre todo porque llega un momento en el camino en el que ya ni sabes qué significa eso en realidad. No es lo mismo a los 20 que a los 30 o a los 40 o después de muchos años de convivencia o cuando te separas de alguien. 

No es lo mismo enamorarse y que se enamoren o que no lo hagan o no lo hagas tú. No es lo mismo creerlo y no estarlo que estarlo y no darte cuenta. Nada que ver tiene sentirlo y dejar que salga a tener las puertas abiertas y no exista tráfico ni de ida ni de vuelta.

Piensas que estás enamorado cuando miras a esa persona e imaginas estar a su lado sentada en un porche mirando el atardecer con el pelo cano y un silencio cómplice tejido durante muchos años. Y pasa el tiempo y un día te sorprendes de cómo cambian las cosas. Y ese deseo ya no existe, se esfumó y a penas te diste cuenta. Y lo difícil y valiente es mirar de frente ese nuevo escenario. Dejar que ese deseo forme parte de tus recuerdos, de los buenos. Y seguir hacia adelante.

Supongo que si, que lo estuvimos. Ya lo olvidé.

1 comentario:

  1. Si, lo estuviste.
    Y me consta que alguien estuvo enamorado de ti.
    Bss

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