lunes, 6 de marzo de 2017

¿CÓMO PODER HACERLO?

Dicen algo así que cuando miras hacia atrás y aquello que te hizo daño ya no te hace llorar, significa que lo has superado. Esta tarde me he dado cuenta de que yo sigo sin hacerlo. Terminando de escribir algo he buscado mensajes guardados hace mucho tiempo. Y de pronto he leído cosas que había olvidado y entonces no podía dejar de llorar y como tantas veces me he preguntado: "¿Hasta cuando?". Y como siempre no he obtenido respuesta.

¿Cómo se cura un corazón roto? ¿Alguien me lo puede decir? ¿Se logra algún día? Ponemos parches, hacemos remiendos, caminamos hacia otro lado, escuchamos otras risas y miramos otros ojos. Pero siempre está ahí. Vuelve una y otra vez. Una y otra y otra.

No lo entiendo, en serio. Es posible que las cosas se idealicen, que nos empeñemos en conservar los buenos momentos, que nuestra memoria nos traicione siendo absolutamente selectiva. Es posible que no queramos aceptar el fracaso, que nos asuste no haber sido capaces, que nos de pavor el futuro. Quizá sea todo una mentira y la cuestión esté en no querer poner ese corazón de nuevo encima de la mesa subiendo la apuesta. Está roto, lo guardo y me rindo. Perdí la partida.

Pero después de dos años de ausencia sigo pensando que un día de estos sonorá mi teléfono y será él. Todavía sonrío cuando los recuerdos se agolpan en mi cabeza, pienso que todo es posible. Me pregunto si pensará en mí alguna vez, si habrá cosas, lugares que le recuerden a mí. Y por más que conozco, ninguno es como él. Por más que me esfuerzo, no lo consigo, nada me vale. Y vuelvo a él uno tras otro por más que me empeñe en dar oportunidades.

Solo espero poder un día mirar hacia atrás y tan solo sonreír. Paladear los recuerdos con cariño y que tan solo aquella frase ocupe lo cabeza y mi corazón "Y si un día nos recordamos, que sea con amor. Porque eso fue lo que tuvimos".



No hay comentarios:

Publicar un comentario

LO MÁS LEÍDO