domingo, 9 de junio de 2013

LO HACEMOS JUNTOS? EMPECEMOS


Algún tiempo atrás ....

Se cruzaron las miradas cuando ella bajaba la calle y él la subía. Pero de esa manera en la que los ojos se funden. Ese cruce de miradas que todos reconocemos como diferentes.

Tomando una copa con sus amigas, sentada en un taburete siente el suave roce de un cuerpo que pasa por detrás, cuando gira la cabeza alguien se disculpa y esos ojos se encuentran de nuevo como el sonido de dos trenes. No puede reprimir la curiosidad, se muerde el labio y de manera distraida se gira. Ahí sigue, sonríe y algo hace que su cuerpo se relaje y se estremezca al mismo tiempo.

Es hora de marcharse e inquieta ve como poniéndose la chaqueta va a perder la oportunidad. Entonces él se acerca;

- Te vas? pregunta
- Eso parece, responde ella
- Quedate ...

Sonríe de nuevo, e incluso llega a ruborizarse. Porqué no? piensa. Habla con ellas, se despide, ella se queda. Ellas sorprendidas no preguntan, se despiden y se marchan con un buen tema de conversación para el taxi de vuelta a casa.

En la cena habían estado hablando. Ninguna reconoció lo que de verdad haría si se encontrara en una situación como esta. Teniendo la vida hecha ..., que pereza ..., lo sueñas y ya está .... Vergüenza? Doble moral? Pudor? Ella se quedó, no estaba dispuesta a renunciar a nada, ya no.

- Cómo te llamas? preguntó él

Llámame como tu quieras, pensó ella. Él sonrió, la miró, y se paró el tiempo.
Sus labios empezaron a rozarse, sus bocas poco a poco a abrirse, sus ojos se cerraron y sus cuerpos, lentamente, ellos solos, resolvieron el puzzle. Salieron del local de la mano, sin prisa, estuvieron tomando algo y mirándose sin descanso. LLegando al hotel, el viento la devolvió por un momento a la realidad, pensó en lo que iba a hacer, se acercó y le besó.

Ya en la habitación, el vértigo, el deseo, el juego en su última partida, les llevó al placer más absoluto. A ese placer deshinibido, a ese momento de plenitud en el que crees no reconocerte y lo haces perfectamente, a ese momento de sentir y querer, aunque no amar ... Les llevó a que se encontraran sus miradas y disfrutaran de ellas como quizá, solo quizá, no lo habían hecho antes.

3 comentarios:

  1. Nenita, que bien, superbien y requetebien escribes. Cuanta realidad y sentimientos en tus palabras. A nuestra edad cuantas ganas de querer aunque no de amar, ademas de que yo ya no uso eso de doble moral, rubor y menos verguenza, porque ya sabes el dicho el que tiene verguenza ni come ni almuerza.

    ResponderEliminar
  2. !Que bonito!. Me gustaría continuarlo pero no escribo tan bien. Luego te mando alguna idea y la rehaces.

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar

LO MÁS LEÍDO