BESOS

Un frenazo en el metro y ... (muakkksss) ... como que no ha pasado nada ...
Después de entrar y mirar hacia todos lados buscando el sitio donde más se movía el vagón, después de hablarle con los ojos más que con la boca, después de dejarse envolver por su voz y su olor ...


Ese beso imprevisto ... viendo la tele, de repente, sin venir a cuento ... eso ... beso.
Después de un día no vivido en común pero si compartido, después de una copa de vino y unas cuantas sonrisas, después de sentir el silencio que trae la noche.


Saben que ambos tienen alma de bolero y deciden desinhibirse, uno toma la iniciativa conservando la cordura hasta que llega ese momento de perderla, en el que los besos ya no tienen ni nombre ni descripción. Ese momento en el que los labios se entremezclan, se humedecen y sus lenguas viajan de un lado a otro con la hermosura del mar en calma.


Saben que esto no será para siempre, solo es un impasse entre sueños y líos de ambos. Y continuan los besos hasta el amanecer en el que ya los labios con la fatiga de la noche de quererse, se acarician con la dulzura de una sonrisa de placer y complicidad.


Y en medio del cielo, saben que sus besos no tienen precio, han sido únicos e irrepetibles y ni sus labios ni su corazón podrán olvidarlos. No se repetirán, pero eso a quien le importa después de lo vivido como en aquel bolero.

CAMUS dijo: "No ser amado es una simple desventura, la verdadera desgracia es no saber amar".

Para todos, queridos, un BESOO...